La cirugía corporal como solución a tus complejos

Cada vez más personas se ponen en manos de un cirujano para superar sus complejos e inseguridades más profundas en esta sociedad donde la estética es una construcción del ser humano

14 marzo 2018 16:24 | Actualizado a 14 marzo 2018 16:37
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Hoy en día tenemos la posibilidad de cambiar nuestro cuerpo. La mayoría de personas opta por una dieta equilibrada y la práctica constante de algún deporte. No obstante, esto no puede solucionar los problemas de muchas personas que requieren una ayuda extra. Hay personas que han experimentado periodos de pérdida y aumento de peso, lo cual ha provocado que la piel no se haya adaptado a esos cambios tan bruscos. En consecuencia, la piel ha perdido firmeza y se ha vuelto flácida. Ninguna dieta o ejercicio puedo eliminar eso mágicamente. En el caso de las mujeres embarazadas ocurre lo mismo, sobre todo las mujeres que han vivenciado más de un parto.

Los adelantos y avances en cirugía estética permiten que personas con fuertes complejos corporales pueden sentirse mejor con ellas mismas. Dicen que la belleza es relativa y que los cánones estéticos varían dependiendo de la época en la que estemos, pero lo cierto es que muchas personas llegan a obsesionarse con estos complejos hasta llegar a generar enfermedades psicológicas como depresión o ansiedad. Si la cirugía puede impedir estos males, así como beneficiar el estado emocional de personas que lo necesitan, debemos utilizarla para ello.

Nosotros construimos la belleza, creamos los cánones y patrones corporales a los que la sociedad debe adaptarse. Pero cuando alguien tiene un complejo se le dice que debe vivir con ello, que debe aceptarse tal y como es. Un discurso un tanto hipócrita conociendo cómo funciona el mundo en el que vivimos. La mayoría de personas que se someten a intervenciones quirúrgicas para mejorar su aspecto no pretenden transformar su cuerpo para alcanzar la ¨perfección¨ humana. El porcentaje mayoritario de este colectivo pretende mejorar una parte de su cuerpo que no logra aceptar, y que ese complejo le impide llevar una vida normal.

La abdominoplastia como la reina de las cirugías

Hay muchos tipos de cirugía estética dependiendo de la zona corporal que se desee modificar. El abdomen es una de las zonas donde más grasa se acumula, y por tanto, una de las más demandadas en los quirófanos. Una abdominoplastia es un lifting o estiramiento abdominal el cual requiere de intervención quirúrgica. El procedimiento consiste en la extirpación del exceso de grasa en el abdomen y en la corrección de la flacidez muscular.

La abdominoplastia en Barcelona es de la más avanzadas en todo el territorio español. Barcelona es la capital mundial por excelencia, y son expertos en especializaciones médicas. En terreno de cirugía estética tienen herramientas y mecanismos muy avanzados en base a su investigación y experimentación médica. El fin de toda abdominoplastia es conseguir un abdomen más plano y firme.

Los candidatos potenciales para este tipo de intervención son mujeres y hombres que, a pesar de realizar dieta y deporte prolongado, no consiguen eliminar ese cúmulo de grasa. Por lo que, finalmente, someterse a una operación para extraer esa grasa es la mejor solución posible. Los pacientes que tengan obesidad deberán de perder peso antes de someterse a la operación, ya que la idea es extraer la acumulación de grasa que no puede eliminarse mediante otros medios. Normalmente, las personas con obesidad mórbida, tras perder mucho peso, tienen que someterse a este tipo de operaciones para que la piel vuelva a su cauce. Tampoco es recomendado en pacientes que tengan pensado quedarse embarazadas en el futuro, ya que durante la intervención se tensan los músculos y pueden relajarse otra vez si la mujer engendra un bebé.

El proceso de tal intervención conlleva una incisión que se realiza por encima del vello público hasta las caderas. Se tracciona la piel que sobra y se extirpa la grasa en cuestión. Para ello, la intervención requiere anestesia general.  El tiempo de la operación ronda entre 1,5 y 3 horas, dependiendo del paciente. Una mini abdominoplastia dura entre 1 o 2 horas. La incisión que se realiza en la mini abdominoplastia es más pequeña, también por encima del pubis, pero no es necesaria que se haga por el ombligo.

Seguidamente, se tiene que separar la piel de la pared del abdomen hasta las costillas. De este modo se pueden tensar y unir los músculos provocando un abdomen más firme, liso y una cintura más estrecha. En el caso de que, sobre piel, también se extrae, colocando el ombligo nuevamente en su posición. Para terminar, se coloca un vendaje y dos tubos de drenaje para desechar los fluidos sobrantes que hayan podido acumularse.

La abdominoplastia es una de las cirugías estética corporal que más operaciones se realizan al año. Raramente se encuentran complicaciones en este tipo de intervenciones, no obstante, es un riesgo que hay que asumir. Los únicos problemas que podemos encontrarnos es una posible infección o una mala cicatrización.

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