Llauradó: «Reus debe ser un banco de pruebas para iniciativas innovadoras»

El Pla Reus Horitzó 32 perfila la ciudad del futuro, «pensada para las personas que viven en ella». Crear núcleos empresariales, impulsar el ‘coliving’ para los mayores o aplicar la movilidad sostenible, entre los retos

01 diciembre 2022 21:24 | Actualizado a 02 diciembre 2022 07:00
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El gobierno municipal presentó hace pocos días el Pla Reus Horitzó 32, una hoja de ruta en la que ha estado trabajando los últimos 18 meses. Su Reus del futuro se articula a partir de cuatro ejes: oportunidades, calidad de vida, talento y disfrute. De ellos cuelgan hasta 14 escenarios y 38 líneas estratégicas. Diez proyectos motor ejercerán el primer impulso para desplegarlo. La vicealcaldesa de Reus, Noemí Llauradó, desgrana las guías para la ciudad de la próxima década.

¿Por qué era necesario el Reus Horitzó 32?

Necesitábamos una hoja de ruta para la próxima década, acordada y participada por la ciudadanía. Reus Horitzó no es del Ayuntamiento ni del gobierno, sino de la ciudad. Hemos consensuado cuatro ejes: ciudad con calidad de vida, con talento, de oportunidades y para disfrutar. Y se trata de irnos aproximando a ellos en nuestro día a día con los diferentes agentes. Habrá oportunidades y debemos tener la estrategia para aprovecharlas; y, si vienen tormentas, estaremos preparados para esquivarlas.

¿Cómo quiere ser Reus dentro de diez años?

Un Reus pensado para las personas que viven en él. Y que todas las personas, con independencia de sus circunstancias, podamos desarrollar nuestras capacidades. La ciudad debe avanzar cohesionada y en bloque.

¿Tienen otras ciudades una herramienta similar?

Yo sé que, por ejemplo, Tortosa encargó un plan a la universidad. Del nuestro, destaco que se ha querido hacer con el conjunto de la ciudadanía: gente del tejido asociativo, cultural, empresarial... Y el personal de la casa y los grupos municipales.

La CUP se desmarcó del proceso, dijo que era «humo» y no ha participado.

Ha sido el único grupo, aunque se les ha ido invitando.

El plan queda pendiente de que el próximo gobierno quiera implementarlo.

El plan no es del gobierno, sino de la ciudad. La responsabilidad de llevarlo a cabo reside en buena parte en el Ayuntamiento pero la ciudad no se hace solo desde el Ayuntamiento. Reus es justo un gran ejemplo de que la fuerza de la sociedad, acompañada de las instituciones, hace una ciudad potente y de vanguardia.

¿Y si el siguiente ejecutivo prefiere descartarlo?

El Ayuntamiento, en su rol, deberá concretar el Reus Horitzó 32 en planes de acción municipal y planes sectoriales. No me entraría en la cabeza que otro gobierno no quisiera sacarlo adelante. Ha habido un compromiso de la ciudadanía y me resulta difícil ver algún tipo de gobierno que lo obvie. Es una herramienta útil, adaptable y bien valorada por los grupos que han sido parte de su comisión especial. No deben asumir un plan estratégico de otro gobierno, sino el de la ciudad a la que representan.

El documento incluye 10 ‘proyectos motor’ que deben darle un primer impulso. Uno se llama Reus Urban Lab. ¿Qué es?

La ciudad debe servir de banco de pruebas para realizar cualquier tipo de iniciativa de innovación, de actuación, que se haga desde las universidades o el tejido productivo. Por ejemplo, lo veo claro con la Escola d’Arquitectura, que el año pasado trabajó políticas de vivienda, de recuperación del patrimonio industrial o de movilidad en la realidad de Reus. Pero no solo eso. La Facultat d’Econòmiques también puede tener capacidad para estudiar tipos de economía. La ciudad es un laboratorio donde testear políticas que mejoren la calidad de vida de la ciudadanía.

Otro objetivo es crear clústeres en sectores clave.

Si agrupamos núcleos de innovación o empresariales se establecen sinergias que favorecen que se desarrollen una serie de servicios o productos, otra vez, en beneficio de la ciudadanía. Los clústeres hacen aflorar políticas que, de forma aislada, no contendrían todas las aristas de la excelencia. Y eso potencia el territorio.

También se habla de captar talento. ¿Cómo se puede hacer?

Es captación y mantenimiento. No solo atraerlo, sino que el que tenemos no se vaya. Y hay mucho. Como sociedad, hacemos una inversión formando a gente. Debemos dar oportunidades para que esa gente se quede y esa inversión revierta en la sociedad. Debemos hacer que se puedan ganar la vida, que tengan viviendas y sueldos dignos. Y, para el talento de fuera, que vea que hay un microclima que impulsa las iniciativas.

¿Y en cuanto a vivienda, qué es lo que prevén?

Es una de las metas más importantes, no solo en diez años sino hoy. Es un derecho. Pensamos en vivienda dotacional para que los jóvenes se emancipen y eso se ve en proyectos como el del Carrilet. Y pensamos en vivienda social para quienes no pueden permitirse el lujo de pagar un alquiler de mercado, y debemos aliarnos con la Generalitat y el Estado para ampliar el parque construyendo o rehabilitando. Pero también falta vivienda para los mayores, y existen iniciativas interesantes de coliving senior. Tal vez haya que buscar acuerdos con los promotores.

El plan aborda el acceso fácil a la salud y los cuidados. ¿Qué margen tiene la ciudad en eso?

Mucho. Como Ayuntamiento, tenemos una competencia básica: la promoción de la salud pública. Hablamos de difundir hábitos saludables a través del deporte, la cultura, de las redes comunitarias... También impulsar la salud ambiental o la movilidad sostenible reduciendo los gases. En cuanto a asistencia sanitaria, incidiendo en quien tiene la competencia, el gobierno del país, podemos lograr que sea de primer orden. Tenemos un gran hospital, el CMQ y CAP.

Quieren que Reus sea capital cultural. ¿Eso es recuperar una capitalidad perdida?

No. No me gusta abonarme a la nostalgia. Idealizar el pasado no ayuda. Hay que construir. Reus es una de las ciudades con mayor programación estable. Tenemos creación, diversidad artística, grandes festivales. Cada día hay actividad y es gracias al tejido cultural indispensable. Tenemos un museo de arte e historia que se actualizará, una red de teatros impresionante con el Fortuny, el Bartrina y próximamente el Bravium. No hemos perdido el talante cultural.

¿Qué será lo primero que se materialice?

No hay una priorización. Lo ideal es avanzar en global. Hay que hacerlo todo y tenemos diez años. La ciudad decidirá por dónde empieza y creo que serán varios frentes porque es una ciudad grande, diversa y potente.

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