En el Camí de la Partió, que separa el barrio de Bonavista de La Canonja, hay un Mercedes aparcado al lado de una pared blanca de una vivienda. Hace menos de dos semanas los Bombers tuvieron que sofocar las llamas que quemó todo el frontal del coche. Ayer, una llamada a las 15 horas alertó de una posible humareda en el mismo punto. Un segundo incendio en la tapicería calcinó el resto del coche, abandonado hace ya semanas.
A pocos metros, en el lado opuesto de este vial de separación entre los dos municipios, un conjunto de cenizas y material oxidado es la única huella que perdura de una furgoneta quemada. Ésta fue pasto de las llamas unos días antes y quedó totalmente calcinada. «La situación se está convirtiendo en una rutina. Hay coches aparcados desde hace semanas e incluso meses, y ya temes lo peor», explican los vecinos residentes en las calles 27, 28 y 29 (que desembocan en el Camí de la Partió).