Los bares y restaurantes de la calle Lleida no pueden pasarse de la ralla. Desde el Àrea de Domini Públic del Ayuntamiento de Tarragona se ha impulsado un plan piloto para evitar la masificación de sillas y mesas en este eje. Se ha pintado una raya blanca en el suelo que no puede superarse.
«La idea es que la Guàrdia Urbana cuando pase pueda ver que todo el mundo está dentro y se acabó», decía el concejal del Partido Popular, Josep Acero. En esta calle ya que hay los accesos al párking y recientemente se ha convertido en una calle de terrazas. «De esta forma evitamos infracciones», añadía Acero. Se estudiará implantar un sistema similar en la Plaça de la Font.