Comida a domicilio: entrega sin contacto, guantes, mascarillas y datáfonos desinfectados

Establecimientos de Tarragona se preparan para un incremento de los pedidos de comida tras el shock de estos días y se aferran a la higiene y las restricciones para poder mantener el negocio

15 marzo 2020 19:40 | Actualizado a 16 marzo 2020 11:02
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«Intentamos que todo el mundo pague con tarjeta, los repartidores van con guantes y el datáfono se desinfecta con alcohol», cuentan desde Pizza Imperial, en Tarragona, uno de los negocios que va a poder sobrevivir con el reparto a domicilio, una modalidad que debe repuntar en breve ante el confinamiento de la población. «Hemos sufrido una bajada, por el miedo inicial, por la situación nueva. Pero creemos que cuando esto se vaya normalizando, crecerán los pedidos de la gente que también buscará el desahogo de pedir una pizza. Nosotros vamos a mantener el horario normal», explican.

También en Pizza Nova están a la expectativa. «Está flojito porque hay miedo, pero seguimos la indicación de las plataformas y del ministerio de mantener un reparto seguro», cuenta Diego Orbaneja, el responsable del negocio, que se ha adaptado a una nueva modalidad aplicada por plataformas como Just Eat o Glovo: la entrega sin contacto físico. «Si ya está pagado, el repartidor deja la bolsa con la comida en el suelo, llama al timbre y se retira. Si no, te dejan el dinero, te alejas, el repartido pone el cambio, siempre manteniendo las distancias».

A eso se añaden todo tipo de medidas higiénicas y de precaución adoptadas para contener la expansión del COVID-19. «En el local usamos alcohol y desinfectante, los repartidores van siempre con guantes, hemos incrementado la limpieza, con doble friega de superficies», explican desde Pizza Imperial. En Pizza Nova, se han quitado las mesas que había para clientes y solo se permite entrar a una persona, dado lo reducido del espacio.

En Miss Sushi, otro comercio abierto, ubicado en la Rambla Nova, reconocen que la actividad ha bajado en los últimos días, aunque confían en que remonte pronto. «De momento está flojo, por las noches hay algo más, pero esperemos que repunte en los próximos días. La gente todavía tiene miedo y lo que ha hecho ha sido ir a comprar para tener en casa», explican.

También en Miss Sushi las medidas aplicadas han sido drásticas: «Dejamos la bolsa en el suelo y nos alejamos un metro. Solo podemos cobrar con tarjeta de crédito. Los repartidores van con guantes y mascarillas para prevenir». De la misma forma, las precauciones también son máximas en el restaurante: «Hay más higiene. Llevamos mascarillas y guantes para coger todo, además de desinfectante».

La comida a domicilio se ha convertido, además, en una salvación para algunos colectivos especialmente volcados en la crisis. «Hemos notado que ha habido bastantes peticiones desde hospitales y de Mossos d’Esquadra. Pensando en estos profesionales que están dando la cara, pondremos en marcha promociones y descuentos, en agradecimiento», cuenta Diego Orbaneja, desde Pizza Nova. «Aquí usamos guantes y mascarillas, no hay ningún riesgo», dicen desde Pizzería Casanostra, en la calle Unió de Tarragona.

Los tres gigantes, en Tarragona

El coronavirus va a poner estos días a prueba el reparto a domicilio y el súper por internet, dos modalidades que han ido al alza en los últimos tiempos. En Tarragona, durante el último año, han recalado los tres gigantes mundiales del ‘delivery’: primero fue Uber Eats, luego Deliveroo y, por último, Glovo, que se añaden a Just Eat, una plataforma que ya operaba desde hacía años.

En la provincia, según los últimos datos de la firma Just Eat, la comida más demandada a domicilio es la japonesa, mientras que la mexicana también está incrementándose. Hamburgueserías o kebabs también se han abonado a esta modalidad.

Hay quien, incluso, ha intentado sacar tajada de la situación. Uber Eats tiró de humor negro al promover el código ‘No te la juegues’ entre sus clientes y sucscriptores para ofrecer descuentos a domicilio. La empresa acabó rectificando: «Queremos pedir disculpas por la promoción Fue totalmente inadecuada». Glovo también ha sacado descuentos.

Menos arraigada está la compra ‘on line’ en el súper, que en la pasada semana también vivió un repunte. En Tarragona, el reparto se ralentizó debido al incremento de los pedidos, y las entregas sufrieron algunos retrasos. También estos servicios han sufrido restricciones en los últimos días. Carrefour anunció que priorizaba la «entrega a personas mayores, con movilidad reducida, discapacidad, o en cuarentena». Salvo crisis como la actual, la compra a distancia en el súper no parece triunfar. La mayoría de estudios calculan que las ventas en línea suponen entre el 1 y el 2% del total de ingresos de los supermercados, que se han mostrado reacios a elevar su apuesta por este canal ante la dificultad de hacerlo rentable.

Uno de los motivos que explican por qué en España internet no ha ganado más peso en la compra de alimentación, al contrario que en otros países, es la composición de la cesta, con un peso de los frescos muy superior.

Ahora, sin embargo, la situación es excepcional y el contexto muy distinto. Para algunos negocios, el envío a domicilio o el ‘on line’ puede ser la salvación económica, ya que evita el cierre total y pueden mantenerse a flote durante el tiempo en que dure el estado de alarma y el confinamiento. «Para los establecimientos que no tengan a domicilio puede ser una ruina. Nosotros nos aferramos a esto», explican desde Pizza Imperial.

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