Los casos de explotación laboral y de tráfico de seres humanos han aumentado en las zonas rurales de la demarcación de Tarragona, especialmente en las comarcas del Ebre.
Los agentes de la unidad judicial de la Guardia Civil aseguran que han notado un “auge” en las áreas agrícolas donde se cultivan productos como el perejil o las coliflores. La comisión de estos delitos también está en alza en establecimientos de restauración y comercios, donde los trabajadores explotados realizan jornadas “extenuantes” por un salario irrisorio o a cambio solo de su manutención.
Los agentes de esta unidad detallan que las condiciones en que se encuentran las víctimas cuando las liberan son “variadas”. “Hay gente que está bien y hay quienes tienen recursos habitacionales que se resumen en una palabra: infravivienda”, asegura uno de los agentes. En relación con estas condiciones precarias, los policías explican que encontraron personas que vivían en condiciones “muy extremas” en una operación realizada en una hípica del municipio de Santa Oliva (Baix Penedès).
El perfil
Las víctimas detectadas suelen ser extranjeras, sin documentos de residencia, que se encuentran en una situación vulnerable y sin recursos económicos. Habitualmente, las reclutan en su país de origen y cuando llegan a España las explotan. “La mayoría de los casos son personas en situación irregular, extranjeras, tanto hombres como mujeres, de edades relativamente jóvenes, que oscilan entre los 20 y los 45 años”, indican los agentes.
Desde comienzos de este año y hasta mayo, el cuerpo policial ha desarticulado organizaciones criminales que explotaban a 30 personas. La mayoría de ellas fueron liberadas en la operación realizada este abril en establecimientos, principalmente de restauración, en Torredembarra. En concreto, encontraron 25 víctimas. Las cinco restantes corresponden a otro caso. El año pasado, el cuerpo detectó siete víctimas. “Estamos atacando a organizaciones con un volumen de víctimas mayor”, afirma el tiniente de la Unitat Orgànica Judicial de la Guàrdia Civil de Tarragona, David Herreras. En relación con el número de detenidos, ya llevan catorce, el doble de detenciones respecto al año pasado, cuando se cifraron en siete.
Acciones de prevención
Desde la Guardia Civil indican que han aumentado el número de inspecciones y controles en establecimientos y zonas de cultivo. Aseguran que las acciones de prevención son importantes para que las organizaciones noten su presencia y no actúen con “impunidad”. “La segunda medida debe ser la difusión de la ayuda que podemos ofrecer; las víctimas deben perder el temor a denunciar tanto por las represalias por parte de sus explotadores como por el miedo a ser deportadas”, señala Herreras.
Finalmente, el cuerpo puntualiza que no han detectado que los casos de tráfico de seres humanos y de explotación laboral estén relacionados con otros delitos, como el tráfico de drogas, en la demarcación de Tarragona.