Cuatro grandes proyectos de Tarragona, pendientes de los nuevos consellers del Govern

Obras aún por concretar como el albergue juvenil de Llevant o el Fòrum Judicial conviven con otras en marcha como el Joan XXIII. Son asignaturas pendientes del ejecutivo remodelado

11 octubre 2022 20:46 | Actualizado a 12 octubre 2022 07:00
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Algunos de los grandes proyectos que Tarragona está encarrilando afrontan ahora un cambio en las consellerias de las que dependen, a raíz de la redistribución de carteras en el nuevo Govern monocolor de ERC, tras la salida de Junts. En algunos casos de trata de iniciativas ya arrancadas y con consenso, pero en otros puede haber más debate, sobre todo teniendo en cuenta los relevos al frente de los diferentes Departaments.

Quizás la obra más transversal territorialmente es el tranvía del Camp de Tarragona, que sigue dando pasos hacia su materialización. La semana pasada, el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC) publicaba la resolución «favorable» del estudio de impacto ambiental, aprobado por el Departament d’Acció Climàtica y que debe permitir avanzar el proyecto constructivo, que se dará a conocer en breve. El documento avala el trazado desde Cambrils a PortAventura por la antigua vía, así como la construcción de un enlace hasta Vila-seca. Asimismo, defiende que no se utilice la red ferroviaria existente de Adif para la conexión con Tarragona y Reus, sino que esta conexión se resuelva a partir de un «trazado independiente» que requerirá de un estudio de demanda. El proyecto debe ser clave para la movilidad tarraconense y, en un principio, el consenso es absoluto. Queda por ver las líneas de la conselleria de Territori, ahora en manos de Juli Fernàndez. Hasta el momento la planificación de la infraestructura recaía en la cartera de Polítiques Digitals i Territori, a cargo del ya exvicepresidente Jordi Puigneró.

Otro relevo ha tenido lugar en Justícia. La reusense Lourdes Ciró ha salido del ejecutivo y ha sido suplida por Gemma Ubasart, en uno de los guiños del President Aragonès a la órbita de Podemos. De ella será la principal responsabilidad de que salga adelante una de las grandes asignaturas pendientes de Tarragona capital: la esperadísima Ciutat de la Justícia.

La Ciutat Judicial, que debería estar en 2026, es uno de los equipamientos más necesarios

El complejo, que debe resolver el problema de atomización de los servicios judiciales y todas las molestias y malgasto que conlleva, se construirá en la calle Arquebisbe Pont i Gol, en el entorno del Hospital Joan XXIII, según anunció el Govern en enero. Se trata de un solar de 9.000 metros cuadrados cerca del río, junto al Centre Penitenciari Obert, en el que se podrán construir 32.000 metros cuadrados de dependencias judiciales, la Fiscalía, colegios profesionales y los servicios territoriales de Justícia. El planning que marcó el Govern preveía que las primeras actuaciones sobre el terreno pudieran llevarse a cabo a finales de 2023, con el objetivo de que el equipamiento pueda ser una realidad en 2026.

El cambio en Salut

Mucho más perfilado está el horizonte para el nuevo Joan XXIII, otro equipamiento urgente que también se topa con una sustitución en la cúspide del Departament. Manel Balcells se ha puesto al frente de Salut en lugar de Josep Maria Argimon y deberá encauzar un proyecto que ya plenamente definido.

De hecho, las obras comenzaron en mayo, con una primera fase para modificar la urbanización que debe permitir levantar el futuro edificio. Las primeras acciones fueron trabajos de adecuación en Urgencias, y también supusieron la concreción de un ambicioso proyecto que se ha ido alargando durante los años. De hecho, fue la anterior consellera de Salut, Alba Vergés, quien presentó el proyecto, a inicios de 2021. Las obras se alargarán hasta 2026 y la inversión prevista es de 170 millones de euros.

Menos histórico, pero también de envergadura, es la reconversión planificada de la Ciutat de Repòs i Vacances en un albergue juvenil. El nuevo equipamiento se especializará en la promoción de la salud emocional y debería estar en marcha en 2026, según aseguró en marzo Violant Cervera, consellera de Drets Socials, ahora relevada en el cargo por Carles Campuzano, exconvergente. El plan debe solucionar uno de esos agravios que arrastra Tarragona capital en cuanto a desuso de lugares emblemáticos, puesto que el equipamiento de Llevant está cerrado y sin ninguna utilización desde 2011.

La adaptación tendrá un coste de unos 15 millones de euros financiados con fondos Next Generation. El Departament tendrá que lidiar, eso sí, con la notoria oposición de una parte de los vecinos de Llevant, que en los últimos meses se han movilizado contra el proyecto, realizando votaciones para recoger su disconformidad con la iniciativa. En cualquier caso, la obra ha generado controversia y una fuerte división en la zona. La movilización seguirá en los próximos meses.

Más allá de Tarragona, el Hospital Verge de la Cinta de Tortosa, en las Terres de l’Ebre, o la ampliación de el El Vendrell (Baix Penedès) son otros frentes abiertos, para los que el territorio reclama avances y que no haya demoras a pesar de los relevos. Otro proyecto a la espera y pendiente de los últimos trámites es Hard Rock. La Generalitat aún no ha concretado una fecha de inicio de las obras, diez años después de que se empezara a hablar de un proyecto que ha sufrido diferentes cambios y se ha topado con un reguero de obstáculos.

Los pactos de ERC y Junts en la provincia no peligran

La ruptura entre Esquerra Republicana de Catalunya y Junts en el Govern de la Generalitat no afectará en los diferentes pactos a los que ambas formaciones han llegado en la política local tarraconense en los últimos años. Los principales son las coaliciones en el Ayuntamiento de Reus, en el Ayuntamiento de Valls y en el Consell Comarcal del Baix Camp. En este sentido, varias han sido las voces que han salido al paso negando cualquier conflicto territorial, a pesar del antagonismo al que han llegado los dos partidos a nivel nacional.

Sobre esto, Teresa Pallarès (JuntsxReus), defiende que «la ruptura del Govern de la Generalitat no tiene por qué implicar la ruptura de los pactos en los ayuntamientos donde gobernamos juntos. Y en el caso de Reus el gobierno municipal funciona bien y prevemos que tenga continuidad con los actuales socios hasta el final del mandato». En la misma línea, fuentes de la alcaldía de Valls señalan que «no hay cambios a la vista. Estamos concentrados al 100% en los proyectos en curso y en el cumplimiento de los acuerdos de gobierno». Finalmente, Quim Calatayud, presidente de la Vegueria de Junts en el Camp de Tarragona, comentaba que «ya no se mueve ni un pacto. Ahora ya estamos sobre elecciones. La gente después del puente de diciembre ya conectará totalmente con el mes de mayo».

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