Capitanía Marítima: «La colisión entre dos buques en Tarragona pudo terminar en tragedia»

La hipótesis más sólida sería un error humano en la maniobra de entrada del ‘Elena VE’ en aguas interiores del Port, explica Montse Romero, la coordinadora de seguridad

19 junio 2023 19:58 | Actualizado a 19 junio 2023 20:49
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La colisión entre dos mercantes de grano en aguas interiores del Port de Tarragona el pasado sábado fue grave, pero pudo terminar de forma catastrófica. Lo admite Montse Romero, la capitana marítima en funciones (y responsable de la seguridad del Port de Tarragona), que desde el momento en que se conoció el accidente se encarga de recopilar datos y declaraciones para saber con exactitud qué ocurrió entre el Elena VE y el Karpaty.

El primero de los buques mercantes, procedente de Ucrania y cargado con miles de toneladas de trigo entraba en el Port para atracar en el muelle de Castella. El segundo barco implicado, atracado ya en el muelle de Navarra, estaba en pleno proceso de descarga de trigo y maiz procedente de Bulgaria. Ambos mercantes navegan con bandera de Liberia.

La maniobra de entrada tenía su complejidad a raíz de un tercer barco atracado en el muelle de la Química. El Durham, con sus 227 metros de eslora, implicaba al capitán del Elena VE y al práctico (la persona del Port que se encarga de ‘aparcar’ los barcos una vez están en aguas interiores) hacer un giro más abierto para poder acceder al muelle de Castella.

Y en esta maniobra se cometió el error de cálculo, el fallo humano (giro y velocidad) que terminó con la colisión entre los dos mercantes. Romero explica que ya ha hablado con el capitán del Elena VE, con el práctico y le falta recopilar información del Karpaty y de los dos remolcadores que participaron en la operación de atraque de grandes buques.

Las declaraciones del capitán del Elena VE y del práctico coinciden: fue un error de cálculo y quizá de velocidad lo que provocó un giro erróneo y el impacto de un buque a otro. Ambos también apuntan a un fallo de coordinación con los dos remolcadores que quizá ellos podrían haber evitado parte del contacto entre los dos mercantes. Romero añade que están a la espera de conocer la ‘caja negra’ (el Registro de Datos de Travesía, RDT) del Elena VE para comprobar si las declaraciones de práctico y capitán se ajustan con los datos.

En estos días se visitará también el Karpaty y se esperará el informe del inspector de buque, que es la persona que debe autorizar el siguiente paso (reparación, poder navegar...). De momento, Capitanía Marítima ha paralizado cualquier operación en los dos barcos. El Karpaty dejó a medias la descarga de maiz y trigo búlgaro y el Elena VE no podrá vaciar su bodega de cereal ucraniano hasta nueva orden.

$!la parte de la amura dañada del ‘Elena VE’. Fue la parte de la proa que impactó con el ‘Karpaty’. FOTO: cedida

La aparatosidad de los daños del Karpaty, con parte del casco abierto, son visiblemente importantes pero estratégicamente no afectan al buque procedente de Bulgaria. Romero explica que el boquete no afectó a la sala de máquinas, ni a la línea de flotabilidad. Además añade que la grúa que descargaba el grano sacó la «cuchara» de la bodega antes del impacto evitando males mayores.

Además, admite la capitana en funciones, que el impacto con la amura de proa (la zona lateral de la parte delantera) redujo en buena parte la gravedad del accidente. Para la coordinadora de seguridad marítima del Port de Tarragona, «si el impacto hubiera sido con la punta de la proa, quizá estaríamos hablando de personas heridas y del posible hundimiento del Karpaty» con todo lo que conlleva: contaminación, toneladas de hierro y del grano bajo el agua, heridos...

Si el impacto del ‘Elena VE’ hubiera sido con la proa, el ‘karpaty’ estaría probablemente hundido

Las declaraciones del capitán del Elena VE y del práctico coinciden: fue un error de cálculo y quizá de velocidad lo que provocó un giro erróneo y el impacto de un buque a otro. Ambos también apuntan a un fallo de coordinación con los dos remolcadores que quizá ellos podrían haber evitado parte del contacto entre los dos mercantes. Romero añade que están a la espera de conocer la ‘caja negra’ (el Registro de Datos de Travesía, RDT) del Elena VE para comprobar si las declaraciones de práctico y capitán se ajustan con los datos.

En estos días se visitará también el Karpaty y se esperará el informe del inspector de buque, que es la persona que debe autorizar el siguiente paso (reparación, poder navegar...). De momento, Capitanía Marítima ha paralizado cualquier operación en los dos barcos. El Karpaty dejó a medias la descarga de maiz y trigo búlgaro y el Elena VE no podrá vaciar su bodega de cereal ucraniano hasta nueva orden.

Un susto que pudo ser peor

La aparatosidad de los daños del Karpaty, con parte del casco abierto, son visiblemente importantes pero estratégicamente no afectan al buque procedente de Bulgaria. Romero explica que el boquete no afectó a la sala de máquinas, ni a la línea de flotabilidad. Además añade que la grúa que descargaba el grano sacó la «cuchara» de la bodega antes del impacto evitando males mayores.

Además, admite la capitana en funciones, que el impacto con la amura de proa (la zona lateral de la parte delantera) redujo en buena parte la gravedad del accidente. Para la coordinadora de seguridad marítima del Port de Tarragona, «si el impacto hubiera sido con la punta de la proa, quizá estaríamos hablando de personas heridas y del posible hundimiento del Karpaty» con todo lo que conlleva: contaminación, toneladas de hierro y del grano bajo el agua, heridos...

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