En el mes de diciembre se cumplirá un año desde que el Ayuntamiento de Tarragona aprobó la moratoria que prohibía la concesión de nuevas licencias y, tal y como se aseguró en su momento, pasados estos doce meses la administración local volverá a levantarla dentro de unas semanas. Está previsto que sea en el último pleno del año cuando en el número 1 de la Plaça de la Font volverá a debatir sobre el tema. Será en el punto en el que se planteará la modificación puntual del POUM en el ámbito de la Part Alta.
Según avanza el concejal de Territori, Josep Maria Milà, «esta propuesta regulará los usos con más detalle», de forma que la administración local podrá levantar esta suspensión en las licencias.
El plan de usos permitirá cualquier tipo de actividad en el barrio. Eso sí, «se suprimirá la concesión de nuevas licencias para discoteca y bar musical». Esta consideración se ha tenido en cuenta de cara a preservar la convivencia con los vecinos. En cambio, se dará luz verde a la posibilidad de nuevas terrazas en el centro histórico, tal y como han reivindicado algunos de los bares que actualmente ya están abiertos al público.
El mismo día en el que se apruebe el cambio se levantará el orden de suspensiónMilà asegura que «en todo caso deberá ser la ordenanza municipal la que limite los espacios». De esta forma, será el departamento que depende del concejal del Partido Popular, Josep Acero, el que deberá abordar esta cuestión, sobre todo pensando en el verano.
El edil responsable del área de licencias afirma que será el mismo día en el que se apruebe este cambio cuando ya se levantará la orden de suspensión. En cuanto a los bares musicales y discotecas que ya están abiertas no se verán afectadas. «Los que ya están se quedan. No implica que pueda regularse el horario a partir de una ordenanza», puntualiza.
Después de once meses con la suspensión efectiva de licencias, el presidente de la Associació de Veïns de la Part Alta, Manel Rovira, apunta que «la incidencia que ha tenido ha sido mínima». Y añade: «Prácticamente no quedan locales vacíos en los que pueda abrir un nuevo bar». En cambio, sí que están deseando este opción algunos de los locales de la Plaça del Fòrum, que esperan la oportunidad para poder poner una terraza en el espacio público cuando se les permita hacer los trámites de nuevo.
¿Y los locales vacíos?
La moratoria despertó algunas críticas de propietarios de locales, que aseguraban que se estaban disipando oportunidades, porque sus establecimientos perdían interés cuando no podía ponerse en servicio un negocio de restauración. Pese a ello, Manel Rovira considera que el problema se ha desdibujado. «Son locales en los que si tienes que hacer una inversión para habilitarlos, y con los alquileres que están cobrando, los gastos se disparan», argumenta.
Esto ha hecho que en la calle Major se puedan ver antiguas tiendas que cerraron sus puertas y ahora se están degradando. «Esto no es un problema de la Part Alta, lo estamos viendo en toda la ciudad. Toda Tarragona está llena de locales vacíos».
