A partir del año que viene Tarragona tendrá un nuevo sistema para calcular lo que pagan los ciudadanos por el servicio de recogida de basuras.
Con el sistema actual lo que se paga se calcula en función de la zona de la ciudad donde se vive, pero el cálculo se hace en función de un callejero antiguo. Así pues, paradójicamente, se abona más en algunas calles de Bonavista que en la zona de Músics, porque cuando se hizo la ordenanza, esta última todavía no estaba construida.
La comisión que se encargará de diseñar el nuevo sistema ya ha comenzado a trabajar. La creación de la misma fue una de las condiciones que puso En Comú Podem para aprobar los presupuestos. En la misma participan representantes de todos los partidos políticos, así como técnicos de Neteja y de diferentes departamentos del Ayuntamiento de Tarragona. La primera reunión se celebró ayer y la meta es que el nuevo sistema esté listo el 30 de octubre de este año.
La nueva ordenanza deberá estar vigente el 1 de enero del año que viene porque es la fecha que límite que tiene el Ayuntamiento para cumplir con la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular.
La ley especifica que la tasa no puede ser deficitaria; es decir, que con lo que se cobra debe poder pagarse todo el servicio. En este aspecto no habría problemas porque con el sistema actual ya se cumple con este requisito.
Pagar en función del reciclaje
El cambio sustancial, no obstante, vendrá en la manera de calcular lo que paga cada vivienda. Aunque todavía está todo por decidir, la propuesta es que exista una parte fija de la factura que tenga que ver con la capacidad económica. El valor que se tendrá en cuenta en esta parte también está por decidirse, pero una opción es que se utilicen los datos del catastro.
La segunda parte de la factura sería variable con el fin de incentivar el reciclaje. En este punto la comisión deberá decidir si se paga en función de lo que se genera o si se bonifica a quien más recicla.
Para realizar los cálculos de lo que generan y reciclan los ciudadanos habrá que contar con las herramientas que incorpora el nuevo contrato de la basura. Aquí entran en juego los contenedores cerrados que se abren con una tarjeta que identifica al domicilio, o la recogida puerta a puerta, también con tarjeta.
Contar con una parte del recibo que permita premiar a los ciudadanos más recicladores es uno de los aspectos a los que obliga la ley y que, con la ordenanza actual, no se podría aplicar.
El fin último es conseguir mejorar el porcentaje de recogida selectiva o. lo que es lo mismo, lo que los ciudadanos colocan en el contenedor correspondiente en lugar del contenedor gris o resta.
El año pasado el porcentaje de recogida selectiva en el municipio se situó en 36,63%. Los objetivos marcados por la UE hablan de una ratio de reciclaje de al menos un 55% para 2025, un 60% para 2030 y un 65% para 2035.