El operativo de limpieza de la ciudad, que ha comenzado a las cuatro de la madrugada, ha contado con un centenar de operarios, de los cuales una veintena se ha dedicado exclusivamente a limpiar la arena.
En esta oportunidad no ha hecho falta la intervención de la Guardia Urbana para desalojar a los usuarios más trasnochadores.
En total, sólo de la arena, se han retirado 8,7 toneladas de desperdicios, al menos 2,5 toneladas más que el año pasado.
A diferencia de otros años, los desechos no se han concentrado especialmente en la playa de El Miracle, sino que se han extendido a otras donde acudió más gente de la habitual, seguramente atraídas por las fiestas organizadas por los chiringuitos.