El precio medio del alquiler en la provincia de Tarragona llegó a los ocho euros el metro cuadrado este pasado mes de junio, siendo el coste más alto desde agosto de 2008. Estos son los datos que se extraen de la Evolución del precio de la vivienda en alquiler del portal inmobiliario Idealista. Los ocho euros el metro cuadrado de junio suponen, así, un aumento del 0,8% respecto al mes de mayo, un incremento del 4,7% frente a marzo y un crecimiento del 3,9% respecto a junio de 2021.
Por municipios, Salou, Cambrils y Calafell son en los que el alquiler está más caro, con 9,5, 9,4 y 9 euros el metro cuadrado, respectivamente. En Tarragona ciudad el coste es de 8,6 euros el metro cuadrado, y en Tortosa, de 7 euros; en Reus, de 7,2, y en El Vendrell, de 7,3.
A todo esto, los elevados precios del alquiler en la Comunidad de Madrid (14,5 euros el metro cuadrado), en Catalunya (también 14,5) y en el País Vasco (12,4) hacen que la media española suba a los 11,2 euros el metro cuadrado.
Un incremento del coste del alquiler el de Catalunya que llega después de que el Tribunal Constitucional anulara en marzo por unanimidad buena parte de la ley catalana que regula los precios del alquiler, que establecía que los alquileres debían respetar el precio de referencia en el propio entorno urbano y no podían subir respecto al anterior contrato.
Sobre esto, Albert Puñet, socio de Balcó Inmobiliaria, una agencia de Tarragona, defiende que «ha quedado claro que la ley de contención de rentas de la Generalitat provocó que mientras estuvo vigente mucha gente dejara de poner sus propiedades en alquiler». Así, señala que «ahora que ha sido anulada, los propietarios han vuelto a poner los inmuebles en el mercado y quieren recuperar todo aquello que no han ingresado durante este tiempo, con lo que han apostado por subir los precios».
Esta es la principal causa del constante aumento del coste del alquiler para Puñet, que recuerda que «la ley sí que dice actualmente que el propietario debe informar al cliente del precio que recomienda la Generalitat, pero no es obligatorio seguirlo». Además cuenta un caso de un piso de la Part Alta. «El propietario lo reformó, quedó chulísimo, pero por ley solo podía cobrar 300 euros al mes», explica el socio de Balcó Inmobiliaria, que lamenta que «tuvo que dejar de alquilarlo».
«Todo el mundo dijo que pasaría esto, ya avisamos que la ley no serviría», defiende Puñet, que insiste que «los precios actuales son tan altos porque los propietarios intentan recuperar parte del poder adquisitivo que no ingresaron durante este tiempo en que estuvo la ley vigente».
Cabe recordar que el Gobierno aprobó en abril desvincular el IPC del precio de los alquileres, aunque afecta únicamente a los firmados a partir de entonces, mientras que los anteriores sí llevan aparejado el Índice de Precios al Consumo.
