Vestirse, ducharse, desayunar, coger los libros, las libretas, los estuches y la mochila, meterse en atascos, vivir nervios, pero sentir emoción, tener nuevos profesores y conocer compañeros recién llegados que se suman a los amigos de siempre. La ‘vuelta al cole’ es todo eso. Son ajetreos, prisas y gastos, pero también ilusión, sonrisas y lágrimas. De agitación en algunas ocasiones y de miedo en otras.
Los niños y niñas de la demarcación de Tarragona y de toda Catalunya se enfrentaron este miércoles al primer día de clase. Para muchos, su primera ‘vuelta al cole’, y para otros, su ‘primer primer día’, valga la redundancia. Entre ayer miércoles –fecha de inicio de infantil, primaria, secundaria y FP de grado básico– y el próximo martes –cuando comenzarán Bachillerato y FP de grado medio y superior– iniciarán la campaña escolar en la demarcación de Tarragona un total de 115.978 alumnos: 88.744 en el Camp (1.434 menos que el año pasado) y 27.234 en las Terres de l’Ebre (230 más que en 2022).
La reducción en el Camp de Tarragona y en la totalidad de Catalunya –donde este curso habrá cerca de 20.000 estudiantes menos en infantil y primaria– se explica por la caída de natalidad que está produciéndose durante los últimos años: los datos de alumnos en I3 no eran tan bajos desde 2006.
«Empezar el curso más pronto que antes es complicado porque no hay tiempo para prepararlo todo», Blanca Carrión, directora de la Escola Cèsar August y presidenta de la junta de escuelas públicas de la ciudad de Tarragona
En las comarcas del Camp, la caída respecto a 2022 es de 1.733 estudiantes en infantil de segundo ciclo y primaria, mientras que en la ESO habrá 320 menos. El Bachillerato, los ciclos de grado medio, grado superior y artes plásticas sumarán 297, 117, 155 y 50 respectivamente. En total, en el Camp habrá un 1,6% de alumnos menos.
La Generalitat, por su parte, destaca que el número de profesores en las aulas de los centros públicos ha crecido un 5,4%. En concreto, revelan que este curso habrá 6.843 docentes en las escuelas del Camp. En toda la demarcación, el crecimiento será de un 6%. Además, Educació también informa de que se ha aumentado en un 11,8% la plantilla de trabajadores de escuela inclusiva. El delegado del Govern en Tarragona, Ángel Xifré, visitó este miércoles la escuela Antoni Vilafranca de Falset e hizo hincapié en el goteo de profesores incorporados.
«Hemos pasado un calor difícil de soportar. Hay algún alumno que se ha mareado y ha tenido que venir su familia», Sergi Moncusí, director de la Escola Saavedra
Es un anuncio que parte del personal de la comunidad educativa ha querido coger con pinzas. Jorge Fernández, miembro de la Secció d’Ensenyament de la CGT en el Camp de Tarragona, destaca que «a día de hoy, no puede atenderse toda la diversidad de alumnos existente porque faltan más profesores y diferentes perfiles». «Necesitamos técnicos de integración social, de educación infantil... Desconfiamos, ya que el personal es insuficiente en todos lados y es una lástima porque durante la Covid-19 se vio que es factible que haya más docentes», añade.
Por su parte, el responsable de Educació de UGT en la demarcación de Tarragona, Agustín Candel, indica que «la falta de profesorado se acentúa en alguna especialidad de FP y en materias de secundaria como catalán, castellano y matemáticas».
«En infantil, estamos dentro de la ratio de alumnos establecida, pero en primaria sí que son superiores», Araceli Luque, directora de la Escola El Miracle
Desde la Escola Cèsar August de Tarragona, su directora y a la vez presidenta de la junta de escuelas públicas de la ciudad, Blanca Carrión, también denuncia la falta de profesorado: «Estamos justos, esperemos que llegue el aumento». En esta línea, el director de la Escola Saavedra, Sergi Moncusí, critica que, en enero, su escuela ganó un docente, pero que ahora ha perdido dos.
Uno de los puntos por el que más se ha protestado en esta nueva campaña ha sido el adelanto del calendario que se introdujo el pasado año. Fernández expresa que «es una medida impuesta, ya que la fecha de incorporación del profesorado es el 1 de septiembre y eso da muy poco tiempo para preparar el curso, además de que no todas las plantillas están completas».
«A día de hoy, no puede atenderse toda la diversidad que tenemos porque no hay personal», Jorge Fernández, secció d’Ensenyament de la CGT en el Camp de Tarragona
Carrión coincide: «Es complicado para las familias y para nosotros porque hay un margen escaso». Por su parte, Moncusí explica que en la Escola Saavedra se han organizado actividades durante el verano y que ha habido muy pocos días para reorganizar las instalaciones: «A partir de que se acabaron los ‘casals’, a finales de agosto, nos pusimos manos a la obra para preparar los espacios». «No nos ha dado tiempo a dejar la escuela como queríamos tenerla para el primer día, tanto conceptualmente como estructuralmente», añade. De igual forma se expresa la directora de la Escola El Miracle, Araceli Luque: «Es un trabajo que cuesta y que no se puede llevar a cabo antes».
«La falta de docentes se acentúa en alguna especialidad de FP y en asignaturas como las matemáticas», Agustín Candel, responsable de Educació de UGT en la demarcación
Ratios excesivas y calor
El Departament informa de que, en los centros públicos del Camp de Tarragona, el 95,4% de grupos de I3 y el 79,8% de I4 tendrán veinte alumnos o menos por aula.
No obstante, Fernández argumenta que «ante la bajada de la natalidad, la apuesta del Departament está siendo cerrar líneas en lugar de aprovechar para reducir ratios». Para Candel, «otra de las razones por las que no bajan las ratios es porque tampoco se tiene en cuenta la ‘matrícula viva’». Desde la Escola El Miracle, su directora admite que «las ratios en primaria son bastante altas».
La Generalitat también comunica que se han climatizado los espacios de uso común de doce centros educativos del Camp y que, por otra parte, tres escuelas participan en el plan piloto de freecooling, un nuevo sistema de climatización que consiste en renovar el aire durante la noche. Dos están situados en Reus –la Escola Sant Bernat Calvó y el Institut Roseta Mauri– y uno en la Riera de Gaià –la Escola Montoliu–.
Sin embargo, el director de la Escola Saavedra destacó este miércoles las altas temperaturas: «Hemos pasado un calor difícil de aguantar; hace semanas que hay personas trabajando y hemos llevado a cabo trabajos de ventilación». «Tenemos aulas pequeñas para juntar a más de veinte alumnos en una clase, alguno se ha mareado», añadió.
Resta ver cómo se desarrolla un curso que ha empezado de la misma forma que terminó el pasado.
