Lo que hay que saber para poder enfrentarse a un caso de enterovirus

19 mayo 2017 19:17 | Actualizado a 21 mayo 2017 17:20
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¿Qué síntomas producen los enterovirus?

 La mayoría de las veces son síntomas respiratorios (tipo catarro de vías altas, fiebre y exantema, es decir, manchas en la piel) o síntomas gastrointestinales (diarrea, vómitos, fiebre). En raras ocasiones pueden alcanzar el corazón o el sistema nervioso central.

¿Es contagioso?

Sí. Por eso cursa en brotes, sobre todo en primavera y verano.

¿Cómo se transmite?

A través de las gotitas de saliva de un niño enfermo al hablar a menos de un metro de distancia de él, al compartir cubiertos, vasos y besos. Y a través de las heces infectadas de un niño,de ahí la importancia del lavado de manos como medida preventiva.

¿Cuál es el periodo de incubación?

Entre 3-5 días. En heces el virus puede permanecer hasta 2 meses, por ello se insiste en el lavado frecuente de manos después de acompañar a nuestros niños al baño o de cambiar pañales.

¿A quiénes afecta?

Cualquier persona es susceptible de contraer esta infección, pero el brote actual se limita a niños menores de 6 años. Especial cuidado tenemos que tener con aquellos niños que reciben tratamiento inmunosupresor o niños con enfermedades crónicas, como asmáticos, cardiópatas o con inmunodeficiencias.

¿Tiene tratamiento?

No hay tratamiento curativo que elimine el virus rápidamente, pero si hay tratamientos para controlar la enfermedad y minimizar al máximo las posibles y poco habituales complicaciones.

¿Cómo prevenirlo?

Lavado de manos frecuente con agua y jabón y al menos durante un minuto tras ir al aseo, tras cambiar los pañales, tras estornudos y toses;si tu hijo está con fiebre, no le lleves al colegio; intenta que no comparta botellines, juguetes, chupetes y cubiertos con sus hermanos;utilizar pañuelos de papel desechables para los estornudos y mocos y tírarlos inmediatamente después de usarlos, lavándote las manos junto a tu hijo a continuación;evitar contacto directo con niños enfermos; limpiar con agua, jabón y desinfectante las superficies donde haya estado el niño enfermo.

¿Qué hay que vigilar? ¿Cuándo acudir al pediatra?

Lo más importante es detectar las complicaciones neurológicas precozmente. Así que si observas alguno de estos síntomas en tu hijo has de ir a un servicio de urgencias: tendencia al sueño;sensación de mareo o inestabilidad; alteración de la marcha, es decir, si observas a tu hijo caminar raro; sensación de pérdida de fuerza en las piernas; dificultad o alteración en el habla, en los movimientos de la cara, toses extrañas; movimientos anormales de los ojos, párpados, alteraciones en la visión (como por ejemplo que el niño te diga que ve doble);pérdida de fuerza muscular: al sentarse parece que se cae y al ponerse de pie pierde el equilibrio.

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