«Los guiones de la segunda temporada de Merlí son sorprendentes»

- ¿Cómo ha vivido el éxito de Merlí?

- Ya estaba pensado que la serie funcionara con el público joven, pero nos ha sorprendido porque ha llegado a gente de todas las edades.

- Y más después de que la comprara Atresmedia y lo empezara a emitir La Sexta.

- En el momento de grabarlo no se hizo con la intención de doblarla al castellano. No estaba previsto. Pero está funcionando bien, y eso que compitió con El Príncipe o Vis a Vis. Tiene buena respuesta.

- ¿Cómo lleva el éxito?

- La verdad es que no me ha afectado excesivamente. Sí que te reconoce la gente por la calle y te pide una foto. Pero es una fama bastante tranquila que no ha condicionado mi día a día. Lógicamente a las cinco en punto de la tarde no me voy delante de un colegio, pero puedo coger el metro y hacer vida normal. Aquí no hay prensa rosa y nadie te persigue por la calle. Además, tiene una parte positiva, las colaboraciones con marcas y eventos, que te dan más visibilidad.

- ¿Qué representa para usted el personaje de Mònica de Villamore?

- Es el primer papel que tengo con esta repercusión y lo vivo con mucha intensidad. En la primera temporada quizás no es tan protagonista, es la novedad, cuando llega al instituto... Pero en la segunda el personaje tiene mucho más movimiento. Le pasan más cosas y estoy segura de que me afectará mucho más.

- ¿Puede contarme algo de la segunda?

- Todo es bastante secreto porque tenemos ganas de sorprender a la gente. Pero sí que puedo adelantar que hay muchas tramas renovadas. Yo misma me iba sorprendiendo cuando leía los guiones. Y estoy contenta, porque con el éxito que ha tenido la primera temporada, da mucho respeto. Creo que Héctor Lozano ha conseguido mantener el nivel. Va a ser muy buena.

- ¿Cuándo supo que quería dedicarse a este sector?

- Cuando tenía unos catorce años me apunté al primer curso de interpretación. Pero siempre he sido mucho del mundo de la farándula. De los 6 a los 14 años hice gimnástica rítmica en el Nàstic. Después, ballet clásico y contemporáneo y también hice cursos con Ángel Corella. Ser actriz siempre me había llamado la atención. Aunque mis padres me avisaron de que era complicado...

- Pero de momento le va bien.

- Con quince años me cogieron para un episodio de Ventdelplà. Después hice algún cortometraje que me llevó a la productora In Extremis. Y he participado en películas bastante taquilleras como Tres Bodas de Más, Los Últimos Días y Ahora o Nunca. Entre un proyecto y otro he ido conociendo a mucha gente y tengo la suerte de poder vivir de lo que me gusta.

- ¿Cómo llegó a Merlí?

- Con un casting ordinario. Hace casi tres años. Lo hice cuando participaba en el musical de Boig per Tu. Entonces el proyecto de Merlí quedó parado un año y pico, hasta que se retomó y en tres meses empezaron los rodajes.

- Pasando tantas horas juntos y siendo casi todos de una misma edad, deben haber creado fuertes lazos personales.

- En este sector siempre creas lazos con los compañeros, en todos los proyectos. Porque trabajamos con la persona, desde las emociones. Las jornadas de rodaje son muy intensas, de entre siete y once o doce horas. Y las relaciones acostumbran a ser más personales que en otros trabajos donde quizás no eres consciente del estado anímico del compañero. En este caso, el hecho de que tengamos edades similares hace que sea más cercano, quizás porque compartimos más cosas. Algunos incluso viven juntos.

- ¿Sí?

- Pero yo no, yo comparto piso con otros compañeros. Porque también me gusta desconectar un poco del trabajo.

- Cine, televisión, teatro... ¿Con qué se queda?

- Me gusta mucho trabajar con la cámara, con las situaciones y la magia que se puede crear con ella. Puede que incluso más el cine porque la preparación y la manera de trabajar el personaje es más intensa. En televisión todo es más rápido. Pero en los musicales y el teatro, el contacto con el público también tiene su propia magia, es fantástico y te pone en situaciones que no te esperas.