Absuelto un joven acusado de drogar y agredir sexualmente a una menor en Sevilla

Mantuvieron relaciones entre dos coches, tras lo cual él volvió a la discoteca y ella se quedó fuera, donde fue localizada a las 07.00 horas inconsciente junto a un puesto de comidas

19 mayo 2017 15:39 | Actualizado a 19 mayo 2017 15:39
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La Audiencia de Sevilla ha absuelto a un joven para quien la Fiscalía pedía 8 años de cárcel acusado de agredir sexualmente a una menor, al no probarse que le vertiera en la copa una droga anestésica, conocida como lidocaína, para mantener relaciones.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe y que ya es firme, atribuye al consumo de alcohol el estado de inconsciencia en el que fue encontrada la chica, de 17 años, tras las relaciones con el joven.

Los hechos ocurrieron el 5 de abril de 2015 en una discoteca del polígono Nuevo Torneo de Sevilla, donde los jóvenes -de origen sudamericano y residentes en Sevilla- coincidieron sobre las cinco de la madrugada y estuvieron bailando y tomando alcohol.

Más tarde, salieron del local y mantuvieron relaciones entre dos coches, tras lo cual él volvió a la discoteca y ella se quedó fuera, donde fue localizada a las 07.00 horas inconsciente junto a un puesto de comidas.

La muchacha recuperó la consciencia a las 10.00 de la mañana, ya en el hospital, y tras un análisis posterior se calculó que a la hora del suceso tenía entre 1,4 y 1,8 gramos de alcohol en sangre, cerca del coma etílico.

El joven, que estuvo dos meses preso por esta causa, declaró que fue sexo consentido, lo que la sentencia considera razonable, además de señalar la dificultad de mantener relaciones con la chica inconsciente sin alertar al público de la zona.

La menor fue trasladada al hospital por dos hermanos que salieron del local y por un amigo del acusado, precisa la sentencia, en la que se indican las "contradicciones" del chico por su actitud en la atención a la chica inconsciente, que "podría entenderse como maniobras defensivas ante el cariz que los hechos estaban tomando".

Sobre el anestésico local, conocido como lidocaína, solo se encontraron rastros en la orina de la menor, que padecía hemorroides, para cuyo tratamiento se suelen usar pomadas con este componente.

Además, la lidocaína no potencia los efectos del alcohol, asegura la sentencia, que además recuerda que según los peritos si el chico se la hubiera suministrado en una copa, la menor lo habría detectado.

La defensa del acusado recordó el informe de un médico forense en el que excluía el suministro de lidocaína o de cualquier otro fármaco "como una posible sumisión química de la víctima".

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