El último whatsapp de Diana Quer: «Me estoy acojonando»

La joven le explicó que «se estaba acojonando» porque «un gitano» la llamaba y le decía «morena, ven aquí». El siguiente mensaje de su compañero de clase, ella ya no lo recibió

15 noviembre 2019 08:10 | Actualizado a 19 noviembre 2019 18:10
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Jorge G.G., el amigo de Diana Quer con el que mantuvo la última conversación de WhatsApp antes de desaparecer, explicó que la notó con «miedo» cuando ella le escribió que «se estaba acojonando» porque un «gitano» la estaba llamando, pero no creyó que pudiera pasarle algo grave.

Este testigo declaró ayer desde Madrid por videoconferencia en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago de Compostela, contra José Enrique Abuín Gey, alias ‘El Chicle’, acusado del asesinato de la joven.

La sesión sirvió para desmontar algunas afirmaciones del acusado. Así, frente a su versión de que abordó a Diana en el callejón donde estaban instalados los vehículos de los feriantes, ayer una menor, que fue la última persona en verla con vida, la ubicó en el paseo del Arenal de A Pobra, el camino habitual hacia su casa.

El compañero de clase de Diana fue el segundo testigo de ayer jueves, y explicó que antes de que su amiga saliera a la fiesta de A Pobra, estuvieron intercambiando mensajes, porque ambos habían suspendido la misma asignatura. Sobre las dos de la madrugada del 22 de agosto de 2016, Diana le escribió: «Me estoy acojonando, un gitano me está llamando».

Sin el doble click

«¿Qué te dice?», le preguntó Jorge por el WhatsApp. «Morena, ven aquí», le respondió Diana. Su amigo volvió a escribir otro mensaje, pero la joven ya no lo recibió, ya que no apareció el doble click. Como Diana le había comentado que apenas tenía batería, su amigo pensó que el teléfono móvil ya se había apagado.

El testigo relató que, aunque la notó con miedo, no pensó que pudiera pasarle algo grave. Creyó que quien se dirigía a Diana sería «el típico chico con dos copas que le dice una tontería». «La noté con miedo, pero nunca pensé que fuese a ser lo que pasó. Diana estaba sin batería, no le di más importancia. Sería el típico chico que se cruzó, le dijo cualquier cosa y se asustó», insistió.

Al día siguiente, Jorge envió a Diana un mensaje de buenos días, pero tampoco lo recibió. El testigo se puso entonces en contacto con una amiga común y así fue como se enteró de la desaparición de su compañera de clase. Jorge entregó a la Guardia Civil su móvil.

También declaró ayer una conocida de Diana, Nerea E.G. La joven estaba con Diana y un amigo en el parque de A Pobra de Caramiñal sobre las 2.20 horas del 22 de agosto. La víctima dijo que se estaba quedando sin batería, que estaba cansada y que se iba andando a casa.

Nerea E.G. dejó de verla cuando Diana traspasó los límites del parque. La testigo no pudo detallar si la víctima solía ir sola a su casa, porque al parecer no tenía mucha relación con ella. Precisó que, dos noches antes, vieron a Diana en torno a las 4.30 horas subir sola la cuesta que lleva hasta su casa, caminando y mirando el móvil, y la llevaron en coche.

Rápida reacción

El móvil desde el que Diana envió ese último WhatsApp es una de las pruebas principales del caso. El Iphone gris fue encontrado por el mariscador Francisco Manuel G., que en su declaración explicó que se topó con el aparato de manera fortuita.

El teléfono fue encontrado bajo el puente de Taragoña, donde el acusado acabaría reconociendo que lo arrojó la noche de los hechos. Tan pronto lo encontró, «con la pantalla laminada de llevar un golpe», el mariscador intuyó que el móvil podría ser el de Diana Quer, y, por tanto, inmediatamente lo llevó a la Guardia Civil, por lo que no fue manipulado «por nadie». «Pensé que podía ser de Diana porque, como salía en los medios que estaba desaparecido y que era un Iphone, supuse que sí, y por eso lo llevé a la Guardia Civil», relató.

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