Reus da la bienvenida al Carnaval entre cuchicheos y tendederos

La puesta en escena previa al recital del pregón recreó un patio de luces en el que unas vecinas comentaron la actualidad reusense, así como la llegada de un vecino misterioso

21 febrero 2020 09:30 | Actualizado a 21 febrero 2020 11:44
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Entre cuchicheos y tendederos se dio la bienvenida, anoche, al Rey del Carnaval. El pregón, como es habitual, dio el pistoletazo de salida de la popular fiesta anual. Llegadas las 21 horas de la noche, los preparativos del espectáculo de Reus se desplegaron puntualmente. El espectáculo previo congregó en la plaza del Mercadal a cerca de 500 personas, quienes estuvieron a la espera de la llegada de Su Majestad el Rey del Carnaval LX. Estaba previsto que viniera acompañado de la Reina Pimpolla IX, aunque hubo un giro de guión.

En el acto, realizado por las agrupaciones carnavaleras La Trepa Bimbirimboies y Farts de l’Olla, y Rebullits Teatre, se pasó revista de la actualidad reusense, así como de las asignaturas pendientes del gobierno. Y lo hicieron recreando un patio de luces en el que diferentes vecinas hacían balance de diferentes asuntos, todo mientras tendían la ropa. El reciclaje, el golpe de suerte del Centro Aragonés ‘El Cachirulo de Reus’, la pobreza energética, la escasez de carriles bici y el cierre de negocios locales del centro fueron algunos de los temas destacados.

Cabe decir que, la gran pareja de la noche fue (sin lugar a dudas) la que formaron una rejuvenecida Vieja Cuaresma y el vecino misterioso de la comunidad, que resultó ser el Rey del Carnaval. Ambos formaron la pareja festiva de rigor y se encaminaron hacia el balcón del ayuntamiento. Una vez concluido el recital, se procedió a disfrutar de la fiesta con comida y bebida. No podía faltar la coca de chicharrones y vino dulce de la bota de Carnaval. Llegadas las 23 horas, en diferentes puntos de la capital del Baix Camp, se procedió a disfrazar las esculturas y otros monumentos reusenses. Así pues, algunos de los personajes ilustres esculpidos pudieron disfrutar de un cambio de identidad.

La ‘botifarra d’ou’, que no falte

La mañana también estuvo nutrida de buenos entrantes. Y es que Dijous Gras en Reus es sinónimo de botifarra d’ou. Un producto tradicional que ayer no faltó en ninguna charcutería de la ciudad. Como es tradicional, el Mercat Central ofreció una degustación de dicho producto. Puntualmente, a las 10.30 horas, decenas de personas ya hacían cola delante del estante donde los paradistas lo habían dispuesto todo para ofrecer la botifarra.

El público fue muy variado, clientes habituales del mercado, pero también muchos jóvenes, incluso alumnos del colegio Pi del Burgar. Eso sí, todos ellos, disfrazados. En total, se repartieron 40 Kilos de botifarra y 400 barras de pan.

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