Tarragona, entre la decepción de la ANC y la presión interna en ERC

La división se palpa en formaciones como la CUP mientras que la ANCataca a la clase política y crece el ´asedio´ a Esquerra

19 mayo 2017 20:42 | Actualizado a 22 mayo 2017 07:47
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En Tarragona la mezcla de impresiones entre los partidarios del Procés también es muy diversa, aunque domina cierto desencanto y, hasta en algunos casos, enfado. «Hay rabia, sensación de que después de cuatro años la clase política no ha estado a la altura», admite Carles Xavier Gómez, el coordinador de la ANC en Tarragona. «No pararemos. El Procés queda tocado pero intentaremos redirigirlo. El apoyo de dos millones de personas no se puede esfumar. Todo será más lento, pero avanzaremos, porque de los fallos se aprende», admite.

Gómez pensó que en algún momento se llegaría a un acuerdo. Rosa Maria Codines, de Òmnium Cultural en el Tarragonès, no: «Yo no criminalizo a nadie. Cada lado tenía sus planteamientos. Desde el primer momento pensé que no habría acuerdo, porque conozco a la CUP muy bien y hemos trabajado conjuntamente. Sé cómo son, cómo actúan y piensan y siempre conté con que no cederían».

Codines, eso sí, lamenta la dilación y la pérdida de tiempo: «Lo que da más rabia es que las personas no sean más directas o más claras y en lugar de negociar no se dejaran las cosas claras desde el principio… quizás fue porque estamos tan acostumbrados a que los políticos se echen atrás en sus promesas, que se intentó».

 

‘Un paso atrás’

También Codines, como Gómez, cree que el Procés no tiene marcha atrás: «Ahora es aquello de dar un paso atrás para hacer dos adelante. Tengo una confianza muy grande en la gente de base, la que no milita en ningún partido». Según el coordinador, la ANC volverá a movilizar otra vez en la misma línea: «Los políticos nos pasan la pelota para coger las riendas del Procés. ¿Hasta cuándo? Nosotros movilizamos pero nos falta el punto extra que no depende de nosotros, sino de los políticos, y que no se termina de dar».

La división se palpa entre las voces de la CUP en la provincia. La sección territorial de la CUP en las Terres de l’Ebre defendió ayer el ‘no’ a la investidura como presidente de Artur Mas por encarnar los recortes y las privatizaciones e insistió en que el proceso independentista no comenzó el 27-S. «La CUP no votó independencia sí o no, la CUP tuvo que votar un escenario que no era el suyo, Mas sí o Mas no, pero en ningún caso votó ir a elecciones, ya que corresponde al President en funciones hacerlo», explicaron.

Según la formación anticapitalista, destacados dirigentes de ERC en el Ebre consideran que Mas es un «obstáculo», por lo que tiene que dar «un paso al costado, que no atrás». Así, la CUP en el Ebre recalca que el camino hacia la República Catalana no comenzó con las elecciones catalanas y que «tampoco» acaba con la decisión del domingo.

La disparidad de opiniones en el partido ‘cupaire’ también ha quedado evidenciada públicamente estos días. Raül Najas, concejal de la CUP en Ulldecona, decía: «No puedo dejar de estar triste. Respeto la decisión pero creo que nos hemos equivocado. ERC tendría que mover ficha».

La pelota, por lo tanto, está en el tejado de ERC, a quien diversas voces reclaman dar pasos. La presión llega incluso de forma interna, a partir del detonante de las declaraciones del diputado republicano en el Congreso Joan Tardà, que decía que «por patriotismo, todos tendrían que hacer lo que haga falta para evitar nuevas elecciones», y emplazó a Mas a dar «un paso al costado».

 

‘Alternativa’ en Amposta

El mismo alcalde de Amposta y secretario de organización de la federación de ERC en el Ebre, Adam Tomàs, fue contundente en Twitter: «Hay alternativa a elecciones en marzo. Es matemática pura, si el candidato pasa a ser una constante a ser una variable». Su posicionamiento tuvo apoyo en sus concejales en el gobierno municipal, como Dani Forcadell, que decía, también en redes sociales: «El barco está intacto. Cambiemos al capitán, llenemos los depósitos y continuemos».

Las posturas en Convergència fueron mucho más unánimes, de forma que siempre se ha optado por cerrar filas en torno a Mas. Así lo expone el diputado por Tarragona en el Parlament Jordi Sendra: «Hemos intentado negociar hasta el último minuto. El señor Baños ha dimitido porque no está conforme, eso da a entender que nosotros hemos puesto lo que hemos podido en la negociación, con mucha dignidad, conscientes de que había líneas rojas que no se podían traspasar».

Respecto al futuro, Sendra es claro: «Nadie puede decir que no hemos puesto de nuestra parte. Por parte de Junts pel Sí no habrá ningún movimiento más. Y si alguien espera que sea apartar a Artur Mas, que se olvide». El político convergente cree que el Procés saldrá perjudicado, aunque tira de optimismo: «Es evidente que el 27-S fue un éxito sin precedentes para el independentismo y teníamos herramientas para avanzar, pero también es verdad que lo que tenemos entre manos es tan grande que no pasa nada por esperar tres meses y seguir luchando con energía».

Por su parte, Ferran Bel, alcalde de Tortosa y diputado electo de Democràcia i Llibertat en el Congreso tras las elecciones generales del 20-D, se mostró muy crítico con el funcionamiento de la CUP y considera que ir a elecciones es el mejor escenario: «Hay gente muy acostumbrada a fagocitar los liderazgos de sus partidos que se piensan que el problema es cambiar de capitán. No entienden nada. Calma».

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