‘Tenían ametralladoras antiaéreas capaces de derribar aeronaves’

Melchor Sáiz-pardo

El Ministerio del Interior sostiene que Cantábrico Militaria, una de las tiendas de coleccionismo militar más conocidas y reputadas de España, se había convertido en la tapadera de uno de los más importantes centros neurálgicos del tráfico ilegal de armas de toda Europa. Según la investigación de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, la popular armería, con sede en la localidad vizcaína de Getxo y que fue registrada el pasado jueves, no solo era el punto de encuentro para todos los aficionados a las armas en busca de repuestos para sus piezas o de nostálgicos a la caza de un souvenir de la Guerra Civil o de la IIGM, sino que también comercializaba en el mercado negro de todo el continente las piezas necesarias para rehabilitar armas de guerra inutilizadas. La trama desmantelada, asegura la Policía, «tenía tal magnitud que le permitía abastecer de armamento, piezas y repuestos a otros traficantes de armas de Europa».

Los jueces que han coordinado lo que Interior considera el mayor golpe de la historia de España al tráfico de armas han enviado a la cárcel a tres de los cinco detenidos el pasado jueves.

Las detenciones se produjeron en Galdakano y Getxo, en Vizcaya; Liendo, en Cantabria; y Olot, en Girona. Solo uno de los detenidos en Vizcaya y el arrestado en Olot quedaron en libertad, aunque con medidas cautelares, entre ellas la retirada del pasaporte y la prohibición de salida del territorio nacional.

La principal acusación contra todos los integrantes de este grupo es su frenética actividad y su éxito para conseguir, principalmente en los países del Este, las piezas que se mutilan de las armas reales de guerra para ser comercializadas luego –ya inutilizadas– en los mercados de coleccionistas.

Segúnel departamento que dirige Juan Ignacio Zoido, el operativo se ha saldado con la incautación de entre 10.000 y 12.000 armas valoradas en diez millones en el mercado negro.


La especialidad: los Cetme
La trama también comercializaba componentes prohibidos e innumerables armas de guerra rehabilitadas de la segunda mitad del siglo XX, letales y, éstas sí, muy demandadas en el mercado negro. La especialidad eran los Cetme retirados por el Ejército español, que, de cara al público vendía inutilizados, pero que también eran capaces de comercializar en perfecto uso y en su modo más peligroso, el automático.

Pero había piezas prohibidas y armas completas de otros modelos de fusiles de asalto como Bergmann, rifles Beretta y «varias ametralladoras antiaéreas capaces de derribar aeronaves». Además, los policías descubrieron multitud de pistolas y componentes Astra, Star, Mauser, Browning y Wlather y numerosos revólveres Smith & Wesson, entre otras marcas conocidas.