Trump evoluciona «muy bien», pero persisten las dudas

El médico del presidente de EEUU dice que no tuvo fiebre ni requirió oxígeno, pero su jefe de gabinete asegura que sus «signos vitales en las últimas 24 horas fueron muy preocupantes»

04 octubre 2020 07:40 | Actualizado a 04 octubre 2020 11:11
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El equipo médico que atiende al presidente estadounidense, Donald Trump, en un hospital militar aseguró ayer que el mandatario evoluciona «muy bien», mientras que una fuente cercana manifestó que el viernes hubo gran preocupación sobre su estado y las próximas 48 horas serán «críticas» para conocer el impacto de la Covid-19 en su salud. Ese fuente, según diversas informaciones periodísticas, sería el propio jefe de gabinete de Trump, Mark Meadows, es decir su colaborador más próximo.

El doctor personal del presidente, Sean Conley, dijo ayer que el mandatario amaneció ayer con signos positivos en su recuperación, al no registrar fiebre, no requerir oxígeno y mostrarse activo y optimista desde la suite presidencial del hospital militar Walter Reed, a las afueras de Washington, donde fue trasladado el viernes por la tarde.

Conley intentó presentar un panorama optimista y no quiso entrar en detalles sobre las razones que condujeron a la decisión de ingresar a Trump el viernes, menos de 24 horas después de que se hiciera público que había dado positivo por la Covid-19.

Sin embargo, según reveló a los periodistas acreditados ante la Casa Blanca una fuente familiarizada con la salud del presidente, sus «signos vitales en las últimas 24 horas fueron muy preocupantes y las próximas 48 horas serán críticas en lo que se refiere a su cuidado».

En opinión de esta fuente, el mandatario no está aún «en un camino claro hacia la recuperación», unas cautelas que también mostraron miembros del equipo médico del Walter Reed ayer en su rueda de prensa.

«Hemos comenzado las terapias avanzadas más temprano de lo que sucede en un paciente normal, pero por el momento es difícil decir en qué punto se encuentra (el presidente). Evaluamos la situación a diario: ¿Necesita estar aquí, qué necesita y hacia dónde va?», señaló Conley, quien recordó que Trump tiene factores de riesgo, como su edad (74 años) y un ligero sobrepeso.

El tratamiento

Los médicos detallaron que vigilan muy de cerca las constantes cardíacas y de los riñones de Trump y que por el momento ambos órganos funcionan con normalidad.

Trump está recibiendo un tratamiento de cinco días con el antiviral Redemsivir de Gilead Sciences y el viernes le fue suministrado el cóctel de anticuerpos de la farmacéutica Regeneron.

Según Conley, el mandatario está de buen humor e incluso dijo que se sentía capaz de abandonar el hospital ayer mismo, pero los doctores mantendrán su observación hasta asegurarse que no hay incógnitas sobre su evolución y se determine que puede recibir el cuidado y vigilancia que requiere desde la Casa Blanca. Conley dijo que Trump sólo presentaba tos y fatiga ayer, no necesitaba oxígeno suplementario y seguía trabajando con su jefe de gabinete, Mark Meadows.

No obstante, ante las preguntas de si Trump tuvo que recibir oxígeno el viernes, Conley se limitó a decir que no lo había necesitado ayer ni desde que llegó al hospital. Según el diario ‘The New York Times’, el viernes, Trump comenzó a experimentar dificultades respiratorias y sus niveles de oxigenación en sangre cayeron, por lo que se le suministró oxígeno y se decidió que lo más apropiado era trasladarlo al hospital militar de Walter Reed, donde el mandatario recibe un cuidado más extenso y dispone de una zona de trabajo.

También existen dudas sobre si Trump mantuvo su agenda de compromisos el jueves pese a haber sido diagnosticado con Covid-19. En la rueda de prensa de ayer, Conley señaló que habían pasado 72 horas desde el diagnóstico, lo que significaría que Trump mantuvo un encuentro con un centenar de donantes en Bedminster (Nueva Jersey) a sabiendas que estaba contagiado. La Casa Blanca corrigió posteriormente las referencias temporales dadas por Conley y aseguró que se refería al «tercer día» y no a 72 horas.

La primera dama, Melania Trump, permanece en la Casa Blanca y no muestra complicaciones.

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