En octubre de 1977 el Club Siglo XXI de Madrid ofreció a Carrillo pronunciar una conferencia, lo que bastó para que algunos socios se dieran de baja. El conferenciante pidió a Fraga que fuera su presentador, y el fundador del Partido Popular aceptó el encargo, para sorpresa de muchos.
El comunista comentó luego: «Fraga, a pesar de su temperamento autoritario y su pasado, era sumamente inteligente y se percataba de que el cambio democrático no excluía a priori a nadie».
Hoy, en la moción de censura de Vox contra Sánchez, la incógnita es qué votará Casado.
La preocupación es si habrá debate o mero intercambio de insultos. Por ello cabe recordar a los parlamentarios lo de Fraga y Carrillo. Pese a su lejanía ideológica, supieron respetarse.