Francia despide al último compañero del genial Galle

El país vive uno de esos días que lo hacen único.Un ceremonial diseñado hace 70 años. Hubert Germain fue enterrado en el Mont-Valerién, el lugar a las afueras de París donde los alemanes ejecutaron a más de mil rehenes y resistentesLa mirada

16 noviembre 2021 19:20 | Actualizado a 22 noviembre 2021 20:12
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Hay muchas formas de morir. Seguramente tantas como de vivir. Imposible de saber. Físicamente el acto es similar, pero las modalidades y circunstancias son infinitas. Otra cosa es el ritual y el entierro. Poco más o menos en función de las latitudes y de las longitudes en las que se expire por última vez, el acto de depositar los restos mortales de un ser humano en un lugar destinado al eterno descanso, tiene enormes similitudes. Y luego esta Francia y los franceses. Panteón, Inválidos, Mont-Valerién, cementerios de Normandía…El pasado 11 de noviembre, Día del Armisticio, Francia vivió uno de esos días que la hacen única y seguramente insustituible.

Hubert Germain, el último Compañero de la Liberación, fue enterrado en el Mont-Valerién, la cripta del memorial de la Francia combatiente, en presencia de Emmanuel Macron.

El Mont-Valerién es el lugar -a las afueras de París- donde los alemanes ejecutaron a más de mil rehenes y resistentes. Un total de 1.014 de cuerpos identificados con orificio de bala. Traídos desde el exterior en camiones para su ejecución, eran encerrados en la capilla en desuso del castillo y más tarde llevados a un claro donde se les fusilaba. Sus cuerpos eran luego esparcidos en los cementerios de la región de París. Todos eran hombres, de al menos 16 años. El manual de derecho penal de la Wehrmacht prohibía condenar a muerte a niños menores de 16 años y fusilar a mujeres. Por ejemplo, André Kirschen, de 15 años, que era uno de los acusados en el juicio de la Maison de la Chimie, fue condenado a la deportación, y Olga Bancic, condenada al mismo tiempo que los hombres del Cartel Rojo, fue llevada a Alemania para ser decapitada.

Hasta hace unos días en el Mont-Valérien, yacían 16 cuerpos de combatientes -Compañeros de la Liberación- por Francia y de las colonias que simbolizan las diferentes formas de lucha por la Liberación.

El título de Compañero de la Liberación fue creado por el General de Gaulle. Sabedor de la necesidad de explicar una determinada historia de Francia, decidió crear esta distinción para honorar a los pocos que decidieron escuchar su llamada a la resistencia desde Londres. Pocos. Apenas unos centenares al principio. Creer en de Gaulle era creer en nada. Y fue esa nada la que salvó a Francia. Casi nada.

El 12 de octubre de 2021, la ministra de la guerra francesa, Florence Parly, anuncia en el Senado el fallecimiento de Hubert Germain, el último Compañero superviviente desde la muerte de Daniel Cordier (el secretario de Jean Moulin) en noviembre de 2020.

El pasado jueves por la mañana, el cuerpo de Hubert Germain, fue depositado en un tanque AMX-10 para ser transportado hasta el Mont-Valerién. Su recorrido se inició en los Inválidos, subió luego por los Campos Elíseos, antes de ser colocado junto a la tumba del soldado desconocido bajo el Arco del Triunfo. El mismo ceremonial que Charles de Gaulle había ya diseñado 70 años antes, para los 15 Compañeros de la Liberación que habían sido enterrados en el Mont-Valerién el 11 de noviembre de 1945. El mismo recorrido, la parada ante la tumba del soldado desconocido y su llama eterna debajo del arco donde se honora la gloria de esa Francia eterna que -como el Guadiana- resurge siempre unos meses antes de las elecciones presidenciales. La grandeur, el espíritu, el genio. Todos los intangibles con los que se construyen las naciones, y con las que se ganan las elecciones.

Cada detalle cuenta: a petición de Hubert Germain antes de su muerte, el Jefe de Estado colocará una cruz de Lorena en su ataúd. Esta cruz de Lorena se hizo con la madera de las vigas de Notre-Dame de París.

Macron, a lo grande

En la cripta de Mont Valérien, la última bóveda disponible acoge a Hubert Germain. Esta última ceremonia ya había sido prevista por Charles de Gaulle En 1945 había decidido dejar una cripta vacía para poder enterrar al último de sus compañeros. 76 años más tarde, Emmanuel Macron sigue el guión de Gaulle al pie de la letra. Antes de penetrar solo en la cripta con el cadáver de Germain, Macron, pronuncia un discurso muy breve para celebrar el Armisticio de 1918, pero también para explicar la transformación de la Orden de los Compañeros de la Liberación, que ya no tiene supervivientes, en una estructura destinada a perpetuar el espíritu de la Francia eterna. Jean d’Arc, Carlomagno, San Luis, Charles de Gaulle, François Miterrand… todos configuran ese panteón, todos son el Olimpo de los Galos.

Este es el último 11 de noviembre del mandato de cinco años de Emmanuel Macron. Aunque todavía no ha sido declarado oficialmente candidato, el jefe de Estado ha querido hacer las cosas a lo grande. Quiere entrar en la historia de Francia y para ello derrama unas lágrimas que las cámaras se apresuran en inmortalizar delante de los héroes. Uno no sabe si llora por Francia o por él mismo. Seguramente, en su cabeza, ambas cosas se confundan.

 

Periodista

Nacida en Tarragona, Natàlia Rodríguez empezó a ejercer en el Diari. Trabajó en la Comisión Europea y colabora en diversos medios. Vive entre París y Barcelona.

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