La última palabra

Para decir la última palabra no hay nada mejor que mandar callar a todos

19 mayo 2017 22:25 | Actualizado a 22 mayo 2017 14:34
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Ya lo tienen todo hablado y se confirma que a la tercera fue la vencida del rescate. Tsipras, al que no le espera una buena vejez, sólo tiene dos opciones: volver al diálogo o salir del euro. Lo demás depende de tres Parcas: Cloto, Láquesis y Átropo, que es la más pequeña de estatura pero la que tiene más mala leche. Sin duda por eso le encargaron que cortara el hilo de la vida que habían tejido sus hermanitas.

¿Cuál puede ser la respuesta de los europeos que descreen de los dioses y sólo adoran el dinero? Volver al dracma, para hacernos una idea, sería como para nosotros regresar a la peseta. ¿Cómo podría pagársele a Artur Mas su pliego de agravios a Cataluña? El único que tiene las cuentas claras es Pablo Iglesias, que ha impuesto unas primarias donde sólo él puede salir vencedor. El joven líder imita antes de tiempo la técnica napoleónica, que recomendaba para vencer no entrar en ninguna batalla donde cupiera la posibilidad de la derrota. La verdad es que el secretario general de la formación es el más listo de todos y tiene derecho a controlar su invento. Para decir la última palabra no hay nada mejor que mandar callar a todos y que nadie rechiste cuando él termine.

Más admirable que la fe en sí mismo es la esperanza de la que también se ha hecho depositario. Tiene madera de líder, pero eso lo compartían otros que eran del mismo bosque y sus compañeros prefirieron nacer las astillas. Los enemigos nunca traicionan. Se sabe lo que son. De los que debe cuidarse quien aspira a mandar es de los amigos y de los cómplices, ya que quizá tienen las mismas aspiraciones. Todo está muy confuso, pero algunos ingenuos y otros amantes de la claridad confiamos en verlo más claro después de las elecciones, cuando al terrible calor le sustituya el frío terrible. La llamada madre naturaleza es una terrorista de mucho cuidado. No tiene carné de partido, pero de pronto nos manda un rayo que nos parte.

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