Queridos Reyes Magos

Hace algunos días envíe por correo a mis nietos que residen fuera de España una carta dirigida a ustedes acompañada de un dinero para que pudieran comprar, porque ya son sabios, el regalo que por estas fechas les suele llegar.

Desde hace muchos años, lo vengo haciendo y nunca había tenido problemas. La sorpresa novedosa ha sido que recibieron vuestra carta, pero no el dinero. Alguien en el trayecto se lo quedó. El sobre estaba intacto, sin ningún indicio de que podía haber sido manipulado. Al abrirlo y no encontrar el peculio, pensaron ‘a la abuela se le ha olvidado incluirlo’. Me lo indican por WhatsApp, pero no, yo me esmeré en ponerlo dentro de la carta debidamente doblada. Simplemente se lo ha quedado alguien, seguro que lo necesitaba para comprarse medicinas. Pues estará bien empleado.

Majestades, os pido para Jaime e Iñigo que les sigáis colmando de ese obsequio tan especial como es la generosidad y la comprensión que han demostrado ante la adversidad de que este año por primera vez en su vida no podrán comprar el cachivache donde habían puesto su ilusión, pero me indican que les ha gustado mucho la cariñosa carta, que sí recibieron. Seguro que ustedes encontrarán la forma de recompensarles. Les deseo que tengan mucho trabajo y yo me despido hasta el año que viene.

Visitación Juárez Laiz

(Tarragona)