Con este nombre, en Madrid ha abierto el primer establecimiento español dedicado a la siesta.
Por tres euros la media hora te dan la posibilidad de descansar en medio de la jornada de trabajo. El precio varía si uno quiere dormir más rato, y está en función de si escoge sofá, litera o habitación individual.
Me ha llamado la atención que a los clientes también se les ofrece tomar un café, supongo que después de dormir.
Hubo grandes hombres que necesitaban la siesta, invento español que Churchill conoció en Cuba y que adoptó incluso en tiempos de guerra. Hace poco se subastaron los tapones que se ponía en los oídos para aislarse del todo. También Margaret Thatcher era adicta a este intermedio. Hacia las tres no quería ser molestada.
Habrá que esperar a ver si el establecimiento de Madrid tiene éxito. Supongo que Mariano Rajoy, partidario de tomarse las cosas con calma, será un cliente vip.