Todos se arrepienten

El último en arrepentirse ha sido Pablo Iglesias. Sus palabras «déjanos en paz, cenizo amargado» , dirigidas al dirigente de IU Alberto Garzón, han sido de prepotencia, de creerse que es algo. En fin, nos damos cuenta que la humildad se pierde enseguida en cuanto llegan al poder. La pose con los brazos abiertos apoyados en el sofá, daban a entender que dominaba la situación, mientras que Garzón tenía un posado mas correcto.

Y este otro político que no vale la pena nombrar, contando escabrosos chistes, sobre las desgracias de otros, no puede seguir en su puesto, aunque las personas mencionadas en el chiste, hayan perdonado. También los votantes tienen su derecho a enfadarse y sentirse dolidos ante palabras de tal bajeza moral.

Han salido políticos como hongos, que no están a la altura de representar a los ciudadanos que les han votado, y también se han equivocado los líderes que los han puesto en su lista.

Pasando el tiempo, todos y cada uno de ellos acabará en el lugar que les corresponde. Tal como está pasando ahora con los que han cometido verdaderas barbaridades con el dinero de todos.

La justicia va muy lenta, pero va llegando.

Maria Elisa Aragonés Domènech

(Tarragona)