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    ¿Hay margen para bajar impuestos?

    La guerra fiscal entre autonomías sustituye la tensión identitaria en un momento en el que la UE se juega su modelo social

    25 septiembre 2022 21:57 | Actualizado a 25 septiembre 2022 21:59
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    Andalucía se ha convertido en una de las piedras angulares de la política española. La decisión del presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, de suprimir el Impuesto de Patrimonio ha abierto una serie de movimientos que sitúan el debate de la fiscalidad en el epicentro político. Moreno ha llevado un golpe de efecto de escaso valor cuantitativo, pero que lanza un mensaje de profundo calado ideológico que pretende fortalecer el discurso de Alberto Núñez Feijóo a la hora de presentarse como una alternativa creíble y solvente a Sánchez. La apuesta por la bajada de impuestos es siempre una bandera fácil, que conecta con sencillez en un sector de la sociedad, sobre todo de clases medias agobiadas por la situación económica, a las que la espiral inflacionista también traslada mensajes inquietantes de futuro. O a una actividad económica en la que el aumento del coste de la energía empieza a proyectar sombras sobre su viabilidad. Pero a la hora de valorar las iniciativas hay que analizar el contexto completo. ¿Tiene margen España para reducir los recursos que se destinan a sufragar las políticas públicas? ¿De dónde hay que detraer esos fondos? Se dirá que de racionalizar la administración, pero la respuesta es más compleja. El debate no puede reducirse a una dicotomía simplista entre quienes quieren abrasarnos a impuestos y los que han emprendido la ‘caza del rico’.

    Es la batalla fiscal la que sustituye los debates identitarios que inflamaron la discusión pública hace poco tiempo. La coyuntura europea, con una contienda abierta y un extremismo populista que saca partido del descontento social, no está precisamente para emprender determinadas aventuras. Ni siquiera en Escocia. Europa se juega su futuro y pone a prueba la ecuación de libertad y el modelo social que siempre ha defendido. Y solo puede ganar el examen con unidad en lo esencial.

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