«De la pandemia saldremos mejores»

Un día como hoy de hace cuatro años, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez –sí, es una de las pocas cosas que no han cambiado–, anunciaba una medida inédita e insólita: el confinamiento de toda la población ante la pandemia de covid. Ahora, ya superada aquella pesadilla, los comentarios de la gente hablan de lo exageradas que eran aquellas medidas –incluso el TC declaró ilegal el confinamiento.

Eso sí, cuando ya había finalizado–, aunque se nos olvida que hubo semanas con más de 700 muertos cada día –ni en la cruenta guerra de Ucrania–. Sí, fueron tiempos muy duros en los que, sin embargo, nació una esperanza: al ritmo de Resistiré, que cantábamos a pleno pulmón como un himno de resiliencia, nos prometíamos que de aquella saldríamos mejores.

Una profecía que ya nadie se atreve a sostener. Y es que no hay motivos para ello. Recién salidos de la pandemia, nos topamos con una guerra en Europa.

Y, por si no fuera suficiente, estalló otra en Oriente Medio; hemos sido incapaces de llevar ante los tribunales a los desalmados que con sus protocolos impidieron el traslado de los ancianos enfermos de las residencias a los hospitales; hemos olvidado aquella ola de solidaridad en la que los jóvenes se ofrecían a hacer las compras a sus vecinos mayores para adentrarnos en una epidemia de individualismo; hemos dejado de aplaudir a los médicos para ver cómo se incrementan las agresiones a los sanitarios; por no hablar del clima político...

Sí, han pasado apenas cuatro años, pero ya nos hemos olvidado de todo aquello y volvemos a sentirnos insolentes e irrespetuosos con la naturaleza, creyéndonos otra vez invencibles y todopoderosos. Dicen algunos que el mundo ha cambiado; el mundo, quizá, pero nosotros, no. ¡Qué lastima!