El Doctor Bertran

Decía Bertolt Brecht que «hay hombres que luchan un día y son buenos; hay otros que luchan un año y son mejores; hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles». Ateniéndonos a esta máxima, podemos decir que Josep Maria Bertran Soler, el Doctor Bertran, es un hombre imprescindible, pues lleva toda una vida luchando para mejorar la salud de sus pacientes. Que no son pocos, pues muchos de quienes acudían al CAP Jaume I, donde ejercía, buscaban ser atendidos por él, lo que le generaba un plus de trabajo que siempre asumió con agrado y profesionalidad. Quizá por ser hijo de un médico rural, entendió la medicina como un servicio. Atendía a los enfermos sin prisa, como debe ser, dedicándoles el tiempo y las explicaciones que fueran necesarios, aunque eso le suponía en muchas ocasiones quedarse sin comer, pues se retrasaba y al salir visitaba enfermos en sus casas. Y eso le satisfacía. Tanto, que desoyó las propuestas que le llegaban desde diversos partidos para ser conseller de Salut e incluso ministro de Sanidad. No aceptó nunca; él se debía a sus pacientes. Hoy vive con su esposa en Creixell. Jubilado, pero no retirado. De hecho, sigue dando sabios consejos a través de los artículos que publica cada viernes en este Diari. Por cierto, el de hoy es el número 100. Dice que por razones personales espaciará más sus escritos. Esperemos que no mucho. Porque sí, el Dr. Bertran es una persona imprescindible.