La estrella amenazada por enamorarse

Durante los años que viví en Venezuela me llamaba la atención, entre otras muchas cosas, que allí no se empleaban las expresiones ‘hinchas’ o ‘fans’ para definir a los seguidores de un equipo de fútbol o a los admiradores de un o una cantante; eran ‘fanáticos’. Y pensaba que quizá no vayan tan desencaminados, pues auténtico fanatismo es lo que padecen los seguidores de las estrellas del k-pop o del espectáculo audiovisual surcoreano, que profesan tal idolatría a sus artistas favoritos que en ocasiones se transmutan en radicales salvajes. La última en sufrir las iras de sus ‘fieles seguidores’ es Karina, el nombre artístico de Yu Ji-min y cantante de Aespa. ¿Su delito? Haberse enamorado. Mantiene una relación con el actor Lee Jae-wook. Curiosamente, se conocieron durante el rodaje de Recuerdos de la Alhambra, una serie rodada en parte en Granada –¿quién no se enamora en Granada?–. Ella tiene 23 años; él, 25. O sea, que ya parecen mayorcitos para hacer lo que les venga en gana. Pues no. Desde que se supo el romance, la vida de ella –él ha estado desaparecido– ha sido un calvario porque los seguidores de Aespa se consideran traicionados. Algunos se presentaron en la sede de la agencia de representación de Yu en una camioneta con un cártel explícito: «¿No es suficiente el amor que te dan tus fans?». No se quedaron ahí. «¿Por qué decidiste traicionar a los fans? Discúlpate directamente. De lo contrario verás una disminución en las ventas de álbumes y sillas vacías en tus conciertos». La joven cedió a la presión y subió una foto a Instagram con un texto escrito de su puño y letra pidiendo «sinceras disculpas». ¿De verdad? ¿De verdad hay que disculparse por amar a alguien? ¿Qué clase de ‘fieles seguidores’ son esos? ¿Qué mundo estamos construyendo?