La ‘princesa’ Aitana y la buena gente

En este mundo donde parece que cada uno va a lo suyo y no tiene tiempo ni ganas para dedicar un minuto a alguien que no sea él mismo o sus más cercanos allegados, también hay gente maravillosa capaz de hacer lo que sea con tal de regalar un pedazo de felicidad a quien lo necesita.

En el caso del que les quiero hablar hoy, la que lo necesitaba era Aitana, una niña de cinco años afectada por un sarcoma de Ewing; y la gente maravillosa, entre otras, la de la Fundación Pequeño Deseo, la del Castillo de Peñíscola y la de Valentia Victrix –el equipo español mejor clasificado en el Torneo Nacional de Combate Medieval 2023–.

Entre todos se han volcado para que la pequeña y su familia, que llevan duros meses de tratamiento, experimentaran un día mágico fuera de la rutina hospitalaria. Y lo consiguieron: Aitana vivió su propio cuento y por un día se sumergió en un mundo de encanto y fantasía, convirtiéndose en toda una princesa a la que incluso acompañaron sus colegas Bella, Elsa, Blancanieves y Jasmín.

En tan buena compañía visitó la fortaleza y contempló una auténtica batalla donde treinta soldados, llegados de todos los puntos de España, le rindieron pleitesía junto a los visitantes que contemplaban admirados la escena de película, y posteriormente todos los participantes disfrutaron de una comida medieval. «Desde que conocimos la enfermedad toda nuestra rutina ha cambiado y gira en torno a ella, las pruebas, los resultados y el tratamiento.

Verla sonreír y con esta fuerza nos hace seguir adelante y continuar en la lucha. Vamos a ganar la batalla, ella es una guerrera», dijo su madre. Sí, hay gente mezquina en este planeta, pero los buenos, esos que luchan por hacer de este mundo un lugar mejor, son muchos más. Que no paren.