Piedra, papel, tijera

Mañana, 25 de noviembre, se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una de esas fechas que, pese a que nos gustaría lo contrario, aún es necesario reivindicar. ¿Cómo no va a serlo cuando uno lee cosas como que en el juicio por una violación a una menor en Barcelona los acusados, también menores, relatan que se jugaron a piedra, papel, tijera quién abusaba primero de la joven? «Gané yo, aunque como (el otro menor) me dijo que tenía que estar en casa a las 21.30 horas, le dejé», manifestó ante el juez, como si de una hazaña se tratara, uno de los chavales. No sé cómo hemos llegado a esto. No entiendo que haya hombres que se crean con el derecho de abusar, intimidar, insultar, pegar, violar... incluso matar a otra persona solo por el hecho de ser mujer. Me cuesta aceptar que hayamos avanzado tan poco en un asunto que no ofrece duda alguna y que haya tantos adolescentes –de ambos sexos– que mantengan comportamientos machistas más propios de la era de las cavernas que de unos jóvenes nacidos y criados en el siglo XXI, que deberían –quizás es mucho suponer, a la vista de la realidad– estar educados en valores como el respeto, la tolerancia y la igualdad y que, sin embargo, como demuestra ese macabro juego piedra, papel, tijera de los adolescentes juzgados por violación, aún aceptan y banalizan hechos y conductas que en absoluto son aceptables y que deberían estar ya erradicados. Sí, muy triste y muy preocupante.