Un territorio lleno de buena gente

El de ayer fue un día muy especial para los que hacemos el Diari de Tarragona. Sin duda, una de las jornadas más bonitas y entrañables del año. Y es que ayer tuvo lugar la gala de la Bona Gent, ese merecido reconocimiento que este periódico hace a todas esas personas y entidades del territorio que trabajan para hacer que este mundo sea un poco mejor.

Sí, es un orgullo ver cómo esta iniciativa ha ido creciendo cada año y cómo los ciudadanos la han hecho suya, pues al fin y al cabo son ellos los que con sus votaciones eligen a los premiados. Unos premiados que son apenas la punta de un iceberg que tiene en su ancha base a todo un ejército de personas que se destacan por su solidaridad, por su altruismo, por la pasión con que ejercen sus trabajos, por su compromiso con una sociedad que mejoran con sus acciones...

Y, como periodista que cree firmemente que la grandeza de este oficio pasa por transmitir vida, reconocer y dar notoriedad a todas esas personas más o menos anónimas que contribuyen a mejorar la vida de otras personas resulta enormemente gratificante. Sí, el de ayer fue un gran día.

Sobre todo, porque volvimos a comprobar algo que ya sabíamos pero que a veces, entre tanta noticia que habla de tragedias, de desgracias, de crisis, de guerras y desencuentros políticos, se nos olvida: que este territorio está lleno de buena gente.