Mujeres inolvidables

Repasaba el día 17 (Día das Letras Galegas) la historia de Rosalía de Castro, tan triste como fructífera en la literatura, y de Emilia Pardo Bazán, mientras de fondo sonaba Negra sombra en la sentida interpretación de Luz Casal, y me vino a la memoria otra insigne mujer catalana, Alicia de la Rocha, cuyo centenario es el día 23.

La barcelonesa nació el 23 de mayo de 1923 y falleció en 2009. Inició su formación musical a los 3 años y a los 6 dio su primer concierto con ocasión de la Exposición Internacional de Barcelona. Tuvo una larga vida musical, con más de 3.500 conciertos y 70 grabaciones, amén de su intervención en varias películas.

Citar todas las medallas y honores que recibió en su dilatada carrera ocuparía mucho más espacio del que poseo. Recuerdo la Medalla de Oro de la Generalitat de Cataluña, la de Bellas Artes, el Premio Nacional de Música, la Legión de Honor Francesa, el Princesa de Asturias de las Artes de 1994 (en el que se la tildaba como la mejor pianista del mundo, corroborado por la crítica de Nueva York), académica de diversas entidades y Doctora ‘Honoris causa’, con cuatro Premios Grammy.

Alicia tenía una técnica impecable y al mismo tiempo sobria, como era su personalidad, ajena a glorias y exhibiciones mundanas. Era elegante en la expresión corporal, y desde luego en sus manos. Expresiva, llegaba al fondo de la pieza interpretada, a la esencia de lo que seguramente inspirara a su compositor.

Aunque su repertorio era muy variado, tenía preferencias marcadas por Mozart, Albéniz y Granados y estudió con el profesor Frank Marshall en la Academia Marshall, fundada a la muerte de Granados. En una época de grandes pianistas, fue admirada por el público y ensalzada por la crítica como la mejor, y así le llegaron los honores que en parte hemos expuesto antes.

Las empresas discográficas la incluyeron repetidamente en sus repertorios, como DECCA, EMI, RCA, SONY, TVE y otras de alcance mundial. Su familia ha formado un ‘Arxiu documental’ con el que está batallando sin ayuda oficial alguna para la conservación y la difusión de la obra de la eminente pianista.

En estos días de homenajes y conmemoraciones, vale la pena escuchar a Alicia y leer alguna poesía (incluso prosa) de Rosalía, unas mujeres inolvidables. «...Si cantan es ti que cantas, si choran es ti que choras, y es o marmúrio do rio y es a noite y es aurora...».

«Ninguno diga: Dispongo sólo de un talento, no puedo lograr nada. También con un solo talento puedes obrar de modo meritorio».