Okupas impunes

27 junio 2020 17:50 | Actualizado a 28 junio 2020 15:22
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Lo que está pasando en este país con los okupas no tiene nombre. O sí, lo tiene. Unos cuantos, por cierto. En fin. Lo último es lo que le ha pasado a una señora de 62 años de Vic, a la que le han usurpado su primera y única vivienda mientras trabajaba como sanitaria. Sí, sí, a una de nuestros héroes.

¿O acaso ya han dejado de serlo? Lo cuenta en una carta dirigida a El Periódico, en la que se queja de que «los okupas solo necesitan 15 minutos para cambiar la cerradura, y en estos momentos ‘legalmente’ será su casa. Si los molestas o les cortas suministros te denunciarán a ti, y esto puede costar indemnizaciones, la justicia te perseguirá; los okupas tendrán abogados de oficio y por lo tanto una vez más les saldrá todo gratis».

Y lamenta que a partir de ese momento «se pierden todos los derechos sobre la casa y sobre todas las posesiones más personales, sin poder recuperar nada, quedándose uno solo con lo puesto». Sí, el drama es enorme. Y, para colmo, «en un intento de mediación, mis okupas tuvieron las narices de decir que esta casa les iba muy bien, que ellos no tenían problemas de dinero pero que querían una casa. ‘Los vulnerables’ que han ocupado mi casa tienen coche y a la semana contrataron fibra óptica».

Algo no funciona bien cuando resulta tan complicado echar de forma inmediata a estos ‘señores’ de la casa que han allanado. Algo no funciona cuando la gente trabajadora que ha adquirido una vivienda con el sudor de su frente y muchos sacrificios se ve en esta situación. Algo no funciona cuando parece que valgan más los derechos de los delincuentes que los del resto de ciudadanos. Piensen en esta mujer, porque mañana puede ser cualquiera de nosotros.

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