Victòria Cid, igual que Simone Biles

Los Juegos Olímpicos son casi siempre escaparate de historias de éxito y de superación. Pocos se atreven a reconocer los temores y fracasos y menos aún los problemas para resistir la presión. Por eso la confesión la semana pasada de la gimnasta norteamericana, Simone Biles, llamada a ser la gran estrella de los Juegos de Tokio y y el caso que hoy recuperamos de la ampostina Victòria Cid, son un paso de gigante no solo porque con su ejemplo han ayudado a hablar de un tema tan tabú como es la salud mental sino porque a su vez, reconocer el problema es el principio de su propia recuperación.

La primera reconoció en Instagram que no podía soportar tanta responsabilidad: «pensaba que el peso de todo el mundo descansaba sobre mis hombros», escribió. Mientras que Victòria Cid se retiró el pasado abril del Campeonato de Europa de remo en Varese poco antes de participar en la final B por una depresión que arrastraba hacía tiempo y a la que no estaba dedicando toda su atención por seguir compitiendo.

No son los primeros ni serán los últimos casos. En todo caso, el mérito, aunque no se lo parezca está en reconocer lo que les pasa y no les gustaría sufrir. Por eso, haga lo que haga hoy en la barra de equilibrio, Simon Biles, ya tiene el aplauso de muchos de nosotros. Igual que Victòria. ¡Ánimo, a las dos, ya nos habéis demostrado mucho!