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Los fabricantes de oxígeno medicinal son en la actual batalla contra el coronavirus un importante aliado para pacientes y sanitarios. Este gas es esencial para los pacientes que sufren una insuficiencia respiratoria debido al Covid-19.
Desde el inicio de la emergencia sanitaria, Messer ha tenido picos de demanda de gases medicinales que doblaban el consumo normal. Igual que otras compañías, ha tenido que adaptarse rápidamente a este enorme incremento. Sus técnicos e instaladores han trabajado a contrarreloj para realizar ampliaciones en diversos centros hospitalarios y residencias de tercera edad y han colaborado en instalar el suministro de gas en hospitales de campaña para incrementar la capacidad de atención a los pacientes.
Aparte del estricto cumplimiento de su compromiso de suministro con los centros sanitarios, Messer también se ha unido a la lucha contra el Covid-19 a través de varias donaciones económicas y de material de protección a diferentes entidades.
Las donaciones más importantes iban destinadas al Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili que gestiona la investigación biomédica i sanitaria en la provincia de Tarragona y está desarrollando proyectos vinculados a la pandemia. Junto con las demás empresas miembro de laAsociación Empresarial Química de Tarragona, Messer se adhirió a la donación de 330.000 euros para la compra de equipos de respiración y EPI para hospitales de las comarcas de Tarragona.
Sin embargo, los gases medicinales representan una parte importante pero no la principal del volumen de ventas habitual de la compañía. Debido a la paralización de la economía productiva, la mayoría de plantas están hoy operando a mínima carga o han detenido la producción, lo que ha llevado a un descenso de la demanda de gases industriales. Messer ha mantenido las plantas de fraccionamiento en marcha para el suministro de nitrógeno a las industrias químicas de Tarragona. Pero la demanda de gases licuados, que también se obtienen en estas plantas, ha caído fuertemente debido al parón de sectores como el automovilístico y la cerámica.
Para gestionar la emergencia, Messer ha establecido medidas preventivas y operativas. La empresa está operando con el mínimo personal necesario para garantizar el funcionamiento de las plantas en condiciones de plena seguridad y respeto al medio ambiente. Se han extremado las medidas de limpieza y desinfección de los espacios comunes de trabajo y equipos concretos expuestos al riesgo como envases de gases medicinales que vuelven de los centros sanitarios a las plantas de producción.
Otras medidas estrictas como distanciamiento social, cambios de turno sin contacto entre ellos, medidas de higiene, uso de EPI y la toma de temperatura contribuyen también a que la actividad productiva no se vea afectada y se garanticen suministros críticos como el nitrógeno para la industria petroquímica o el oxígeno medicinal. Actualmente, el 50% de la plantilla realiza teletrabajo. La empresa ha establecido un plan de desescalada para todos sus empleados con la previsión de volver en septiembre a la situación previa a la crisis sanitaria.
