Joel Santamaría: «La covid-19 puede traer más control de los gobiernos»

El reusense Joel Santamaría es escritor y profesor de Literatura Universal en el Institut Marta Mata de Salou. Como autor ha publicado la novela histórica Dies Irae (Editorial Espasa) y ahora presenta Humanofobia (Libros Indie), finalista del Premio Isaac Asimov 2019. En ella, plantea una Catalunya superpoblada, regida por la teocracia azraelita, con mujeres relegadas a casa. Todo ello entre violencia e inseguridad extrema. La novela se puede adquirir en las librerías Adserà de Tarragona y Valls, Abacus, de Tarragona y Reus y Galatea, de Reus y Cambrils. 

Dibuja una Catalunya terrorífica.
Es una distopía y como tal describe una pesadilla, un mundo aterrador, un futuro que no queremos. 

«Me gusta hacer reflexionar a los lectores hacia dónde vamos. Presento, justamente, lo que no tendría que ser nuestro futuro»

Una vuelta a los autos de fe de la Inquisición. ¿Por qué siempre las grandes masacres tienen lugar en los estadios de fútbol?
En Humanofobia existe una ciberreligión que mezcla lo peor de todos los monoteísmos, que ya ha sido creada así, con una visión muy radical de la Ley de Moisés. La Inquisición hacía servir las plazas públicas para sus autos de fe. Y la China maoísta, durante la revolución cultural, castigaba a los adversarios en estadios ante todo el mundo. Es típico de los regímenes extremadamente totalitarios. 

Pinochet...
En este caso, lo hacía más en secreto. Además, la novela también plantea que el móvil formará parte de nuestro cuerpo.

¿Qué es el media?
Es este futuro. Una mezcla de ordenador, móvil, televisión y todos los aparatos de mas media insertados dentro del cerebro. De hecho, solo con el móvil ya nos controlan. En principio para fines publicitarios aunque más adelante, si nos quisieran manipular, lo tendrían cada vez más fácil.

«En ‘Humanofobia’ existe una ciberreligión que mezcla lo peor de todos los monoteísmos, con una visión radical de la Ley de Moisés»

¿La tecnología se nos gira en contra?
Es una espada de doble filo.

De hecho, con la Covid-19 también hemos pedido libertades y derechos.
Nosotros mismos cedemos nuestras libertades a favor de la seguridad. Pero los apartados de la Covid-19 los añadí hace unos meses. La pandemia puede servir para que haya más solidaridad o bien para un control más estricto de gobiernos y empresas.

¿Cuándo escribió la novela?
En realidad, hace diez años. La volví menos cruel y quedé finalista del Premio Isaac Asimov 2019. A mí me interesa mucho la burbuja digital. 

«La novela plantea que una mezcla de móvil, ordenador, televisión y todos los aparatos de mas media irán en el cerebro, insertados»

¿En qué sentido?
Hay estudios científicos por los que se sabe que las personas, cuanto más hacen servir las redes sociales, más fácil es que se radicalicen de opinión. Es como una causa-efecto. En todos los espectros políticos. Porque antes de la llegada de internet, cuando se hablaba en grupo, siempre había alguien que podía discrepar, pero ahora con las redes esto se ha magnificado. Llegará un momento en que será posible manipular más a la gente.

¿No estamos ya suficientemente manipulados?
Pienso que sí, pero la gente también escoge cómo automanipularse a través de las redes sociales y la burbuja digital.

Sin embargo, ha salvado a la Unión Europea, todavía vigente en un hipotético 2089.
La que describo está partida en dos y no es demasiado agradable. 

A pesar de todo, de la Tercera Guerra Mundial y la violencia, hay quien quiere ser inmortal. ¿Usted lo querría?
No. Pero esta situación está planteada precisamente para los que quieren ser inmortales. Está conducida desde arriba. Es la teoría de la conspiración exagerada al cuadrado, una elite de millonarios que quiere crear una nueva humanidad. 

Con grandes diferencias sociales.
Exacto. Con las áreas residenciales protegidas y los humanos que viven en ellas completamente inconscientes de lo que sucede. En realidad no se dan cuenta de nada porque no quieren.

Hay estudios científicos por los que se sabe que las personas, cuanto más hacen servir las redes sociales, más fácil es que se radicalicen de opinión.

Un poco como nosotros...
Correcto. No vemos lo que no tenemos que ver o que nos resulta incómodo. Y en la novela, todos los que tienen una visión tan radical de la religión, en realidad están manipulados como ovejas. Cuanto más radicales y fanáticos, más manipulables.

¿Qué es lo que más enganchará a los lectores?
Planteo preguntas. Con una lectura fácil, me gusta hacerles reflexionar hacia dónde vamos. Presento, justamente, lo que no tendría que ser nuestro futuro.