Las tiendas salen a la calle para cerrar unas rebajas de invierno 'flojas'

Las tiendas de Reus vuelven a sacar su género a la calle en una nueva edición de las Botigues al carrer , una iniciativa que un par de veces al año -coincidiendo con el final de las rebajas de invierno y de verano- busca reactivar el mercado y, de paso, descargar parte del stock con el que cuentan los comercios. En esta ocasión, los establecimientos salen al exterior para acabar unas rebajas de invierno que han sido «flojas», tal y como coinciden en definir los responsables de las dos entidades comerciales más potentes de la ciudad, la Unió de Botiguers y el Tomb de Reus, Àlfred Pitarch y Gemma Molner.

Pitarch asegura que «estas rebajas de invierno han sido flojas, como ya ocurrió con las del año pasado. Estamos en unos tiempos difíciles, porque existe un exceso de oferta mientras que la demanda no se ha reactivado». Por su parte, Molner coincide en que «el balance que hacemos desde El Tomb de Reus de estas rebajas de invierno es negativo. Han sido flojas. Ni la campana de otoño-invierno ha ido bien, ni las rebajas tampoco».


Un centenar de comercios
Por todo ello, un centenar de comercios han salido estos días a la calle para participar en las Botigues al carrer, una cifra que «cada año se incrementa ligeramente. Las Botigues al carrer son cada año un éxito y en esta ocasión somos cinco comercios más», comenta Gemma Molner. De entre estos comercios nuevos sumados a la iniciativa, se encuentra Chacón Joguines, que abrió hará poco menos de un año en la calle de la Galera.

«La primera jornada fue bastante buena, aunque suele animarse mucho más llegada la tarde. Los niños se acercan a los coches de juguete y las motos, que se han puesto muy de moda. Las niñas están enamoradas de la super heroína Ladybug. Por la mañana, el ritmo siempre es algo flojo. Al ser el primer día, lo encontramos normal. Por otra parte, es nuestra primera vez en la iniciativa y tenemos muchas expectativas. A pesar de que no se ha hecho mucha promoción sobre el proyecto, la gente ya lo espera con ganas», explicó Montserrat Martínez, quien junto a Núria Borràs cubrieron el turno de mañana en la juguetería. Sus precios, de hecho, eran toda una ganga, pues los artículos no subían de los 5 y 10 euros. La oferta no era para nada escasa, se podía escoger entre juegos de bolos, muñecas de todas las medidas y juegos de mesa, entre otros. Por su parte, Hugo Nuñez De Prado, de la tienda Cuir Reus, de la calle Jesús, atribuyó que los primeros días siempre «son muy tranquilos. Todavía no ha salido la gente que debería». La oferta que tiene expuesta es de fuera de temporada y todo artesanal. «Aquí puedes encontrar carteras, cinturones y bolsos. Lo que tiene posiblemente más éxito es esto último», corrobora.


‘Gente muy receptiva’
Aunque no se compra lo que se debería (o esperaba), tal y como vaticinaron los dependientes consultados, las bajadas de precios del 50 al 80% atrajeron a muchísima gente llegada la tarde en las principales calles de la ciudad.

Según Raúl Sáez, dependiente de Casa Pujol, en el primer día de Botigues al carrer, llegó a emocionarse. «Hubo mucha gente que se acercó a nuestro espacio y encontramos a gente muy receptiva. Hay que decir que nosotros trabajamos con primeras marcas y ofrecemos, incluso, un 70% de descuento», detalla. Días antes, según añadió cerca de una treintena personas ya se acercaron a preguntar cuándo se realizaría la iniciativa, que esperaban ya con muchas ganas.