Los Tres Tombs de Reus reúnen a 350 caballos y unos 50 carruajes

Miles de personas llenan las calles del centro de la ciudad. Entre otras las novedades ha destacado la presencia del caballo más grande de Catalunya

10 marzo 2019 17:58 | Actualizado a 11 marzo 2019 20:08
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Las calles del centro han vivido este domingo una jornada festiva y multitudinaria con motivo de los Tres Tombs de Reus. Organizados por la Associació d’Amics del Cavall de les Comarques de Tarragona, el evento ha demostrado, una vez más, que cuenta con una gran aceptación por parte de todo el mundo. Sin ir más lejos, en la edición de este año, la número 33, han participado 350 caballos y unos 50 carruajes. 

Tras la tradicional concentración y almuerzo matinal en la zona de El Parc de la Festa, la comitiva de los Tres Tombs ha empezado a desfilar por la avenida Països Catalans para llegar, sobre las 12 del mediodía, en una plaza Prim repleta de espectadores disfrutando de un día completamente primaveral. Abriendo la amplia marcha la Banda de Cornetes i Tambors de Sant Pere Apòstol, el carruaje con la imagen de Sant Antoni, la Unitat Muntada de la Guàrdia Urbana de Reus y los carruajes de las autoridades

Como ya es habitual, las unidades tiradas por pequeños ponys y los corceles más esbeltos han sido los más aclamados. De entre todos ellos ha llamado poderosamente la atención el considerado como caballo más grande de Catalunya, procedente de Sant Llorenç d’Hortons y una de las novedades de la edición de este año. Los carruajes también han lanzado caramelos y, en el caso del Carro dels Romanços del Bravium Teatre, y gracias a la colaboración del Forn Sistaré, se ha repartido coca bendecida de Sant Antoni como se hacía años atrás. 

Tampoco ha pasado desapercibido el carruaje mortuorio de la FRAC (Federació Reusenca d’Associacions de Carnaval) recientemente recuperado y que fue construido entre los años 1940 y 1950. Las actividades paralelas como las actuaciones de las Colles Geganteres Els Fènix y Els Alegres de Reus y los Geganters d’Alforja en la plaza Prim redondearon la jornada. 

La bendición

Pasada la una del mediodía, y una vez finalizada la primera vuelta, se dio paso a la tradicional bendición de los animales desde una tarima instalada en medio del Raval del Pallol. El encargado fue, un año más, el diácono Estanislau Figuerola, quien se dirigió a los muchos presentes reunidos y sus mascotas para darles la bendición. Después empezaron a transcurrir, de nuevo, todos los participantes ante la atenta mirada de la imagen de Sant Antoni

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