«Nos han secuestrado los remanentes y es un problema que nos preocupa»

El gobierno de Reus vuelve a reclamar la libertad de uso de los remanentes al Gobierno del Estado. De este superávit dependen 3,1 de los 4,5 millones de euros proyectados para el Pla de Reactivació Econòmica i Social. Y ante la parálisis de Moncloa, el consistorio pide acción. Lo hizo ayer en el balance del primer año de esta legislatura compartida entre JuntsxReus, Esquerra Republicana de Catalunya y Ara Reus, celebrado en el Centre Cultural El Castell del Cambrer. «Un año extraño, complejo y duro», en palabras del alcalde, Carles Pellicer, en el que el equipo de gobierno ha mostrado «estabilidad, firmeza, entendimiento y una coherencia política de ciudad». 

El consistorio insiste en su solidez para no descartar sus grandes proyectos 

En este sentido, los planes del consistorio siguen la misma hoja de ruta planteada en 2019. Sin embargo, los daños colaterales de la crisis del coronavirus podrían hacer tambalear algunos de los principales proyectos. Por ello, el consistorio insiste en utilizar el superávit municipal. 
«De momento nos han secuestrado los remanentes. Tenemos un problema y nos preocupa mucho», denunció Pellicer. «Hay buenas palabras, intenciones y comprensión, pero falta la concesión y ponerlo en práctica», añadió la vicealcaldesa, Noemí Llauradó, que aseguró que, a pesar de ello, «no nos paramos y vamos avanzando en trámites del plan para que después vaya todo más rápido».  De hecho, el teniente de alcalde, Daniel Rubio, aseguró que «el 12 de julio retomamos los planes ocupacionales». Y es que, según se anunció en su presentación, el Pla de Reactivació debería empezar a ponerse en funcionamiento a mitades de este mes. 

Sin renunciar a grandes planes

Con todo, el gobierno se pone buena nota. «No esperábamos un primer año así, pero hemos salido reforzados y cohesionados», destacó Llauradó. El consistorio se muestra «sólido» gracias a su mayoría absoluta y asegura entenderse a la perfección entre los partidos respecto a los objetivos futuros para la ciudad. Unos planes con dos líneas maestras: políticas centradas en las personas y un urbanismo sostenible. 
«Somos uno de los ayuntamientos más saneados de Catalunya con el plan de inversiones más importantes de los últimos años», afirmó Pellicer.  Por ello, el consistorio no renuncia a sus planes. De hecho, el alcalde situó la construcción de la piscina municipal cubierta como una acción «necesaria» y rebeló que ya hay dos empresas interesadas en el período de consultas preliminares. «Pronto podremos hablar de la licitación», añadió. 

El superávit municipal supone 3,1 de los 4,5 millones del Pla de Reactivació

En esta línea, se repasaron las principales líneas urbanísticas que el consistorio quiere tener cerradas antes de acabar su mandato. Sino construidas, al menos proyectadas. Entre ellas destacan el desdoblamiento del CAP Sant Pere en el barrio del Carme, donde también se quiere construir vivienda: «Estamos trabajando en el proyecto y en negociaciones con la Generalitat», dijo Pellicer. 
Además, el equipo de gobierno hizo gala de entendimiento tanto con el gobierno catalán como con las ciudades del territorio o bien la oposición plenaria, algo determinante en la proyección de la ciudad de retos como lograr la construcción del Baixador de Bellissens –pendiente de un estudio funcional de Adif–, o de la estación intermodal, entre otras obras ya en marcha como la mejora de la Boca de la Mina.

Reus Energia

Otro reto mayúsculo es la sociedad municipal energética Reus Energia. Para ello, el consistorio invertirá 400.000 euros en instalación de placas fotovoltaicas, y es que «Reus Energia será fruto del buen trabajo medioambiental hecho estos años», explicó el teniente de alcalde Daniel Rubio. En julio, se conocerán los resultados del estudio de viabilidad, que definirán si además de consumidor, se puede ser productor.