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A cuatro días de dar el pistoletazo de salida a la campaña electoral, cualquiera podría pensar que el proyecto tan ambicioso que presentó ayer el gobierno municipal podría tener mucho que ver. Eso es algo que el alcalde se encargó de negar en rotundo. Acompañado del concejal d’Esports, Jordi Cervera, sacaron a la luz la apuesta por la construcción de un edificio, anexo al Pavelló Olímpic, que albergaría una piscina municipal, zona de SPA, saunas y baños de vapor, espacio para actividades dirigidas, una pista de atletismo, vestuarios y máquinas para practicar calistenia. Todo ello supondría una nueva oferta deportiva para 4.000 abonados.
En palabras de Carles Pellicer, se trata de una petición surgida de una encuesta ciudadana. «Da respuesta a una demanda muy repetida en la que ya hace mucho tiempo que trabajamos», explicó. La propuesta, ubicada en la zona sur de la ciudad, surge tras muchos años de reivindicación.
La estructura, según el anteproyecto, se levantaría en una de las pistas exteriores anexas al Pavelló Olímpic, lo que permitiría mantener la otra. La construcción tendría un subterráneo destinado a los espacios técnicos de tratamiento de aguas y servicios. En la planta baja habría una zona de recepción, vestuarios ‘indoor’ —pensados para ’runners’—, vestuarios del centro deportivo y una zona de aguas con una piscina municipal de 30 por 10 metros, piscina infantil, SPA y otros servicios complementarios como saunas y baños de vapor. En la misma planta se instalaría una sala de ‘fitness’ de 600 metros cuadrados con espacio cardiovascular, peso libre, maquinaria isocinética y posibilidad de realizar entrenamiento funcional y personal. Finalmente, en el primer piso habría una pista de atletismo de material sintético de 200 metros de cuerda y una zona central reservada para la práctica de ejercicio con aparatos de calistenia.
La propuesta de UBAE Fitness supone un total de 7.240 metros cuadrados construidos y más de 5.000 urbanizados. Su presupuesto de ejecución es de 6.741.000 euros, una cifra a la que habría que sumarle los costes indirectos, honorarios e impuestos. Desde el Ayuntamiento de Reus aseguraron ayer que sería viable tenerlo listo durante el próximo mandato.
El barrio, contento
La noticia pilló por sorpresa a los vecinos del barrio Juroca. Su presidente, Manuel Villalba, celebraba ayer la futura construcción de la piscina municipal cubierta: «Llevan muchos años prometiéndolo, pero si es verdad, no puedo estar más contento. Es una reivindicación histórica». El representante vecinal afirmaba que la apuesta podría «aportar» al barrio en muchos aspectos distintos. «Nos haría mucho bien en todos los sentidos. Me parece genial que hayan decidido llevarlo a cabo de definitivamente», añadía Villalba.
Montserrat Moncusí, que trabaja en la zona, también veía con buenos ojos el proyecto: «Iría muy bien una piscina porque en el pavellón ahora sólo hay gimnasio y sala de clases dirigidas. Y más si se construye justo al lado de las instalaciones actuales». Por su parte, Àngels Armengol, profesora de un colegio cercano, se sumaba a las reacciones positivas: «Me parece fantástico. Los pequeños llevan mucho tiempo pidiéndolo. Será una buena manera de acercarles el deporte». Para Pilar Subietas, que suele pasear por el barrio, sería «genial» porque «promovería la natación entre niños y mayores».
