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Bombers recibió el domingo a las 4 de la madrugada un aviso para acudir con una dotación al hospital Sant Joan de Reus. Allí, en la rampa de acceso de Urgències había un Ford Fiesta con matrícula antigua dañado y con humo en la zona del motor.
La dotación logró disipar el humo y evitar que hubiera llama, mientras la Guàrdia Urbana llamaba a la grúa para retirar el vehículo hasta el depósito municipal.
La patrulla que acudió al aviso del propio hospital observó que no había nadie en el interior y que sus ocupantes se habían marchado. En una inspección más minuciosa, los agentes observaron que el coche había sido manipulado para arrancarlo sin llave y que había sido objeto de un robo.
Tras filtrar la matrícula en la base de datos, se conoció al titular del turismo y se le llamó. Éste se sorprendió de la llamada a las 4 de la madrugada. Estaba en una de las habitaciones del hospital, puesto que su mujer está ingresada allí. El coche estaba aparcado en la explanada de tierra que la gran mayoría de usuarios, visitantes y trabajadores del hospital utilizan para no pagar el parking subterráneo existente.
La Guàrdia Urbana le explicó al titular del coche que había sido objeto de un accidente por parte de los ladrones del coche y que estaba con daños. El vehículo se trasladaba al depósito y se informó al propietario de cómo debía presentar la denuncia del robo de su Ford Fiesta.
