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El PSC ha resuelto los dos primeros interrogantes que dejó la renuncia de Francesc Vallès y Núria Borrell como concejales. Sandra Guaita, número 6 de la lista electoral, y Carmina Pozuelo, número 8, les sustituirán en el Ayuntamiento. Ambas acompañarán a Andreu Martín y Ana Isabel Martínez en los cuatro escaños del grupo municipal socialista. Ayer por la tarde, la ejecutiva local del partido informó de los relevos.
El que fuera alcaldable del PSC, Francesc Vallès, y su número dos, Núria Borrell, anunciaron su adiós a la política activa el pasado 11 de noviembre y no ha sido hasta un mes después que el partido ha formalizado su sustitución. El número 5 de la candidatura, Jordi Lamas, comunicó desde un primer momento que declinaba entrar en el Ayuntamiento por la dificultad de compaginar el cargo con su actividad profesional. En cambio, la número 6, Sandra Guaita, aceptó el puesto. Guaita, de 40 anys, bióloga de profesión y vocal del PSC en el consejo de administración del Grup Salut y de Sagessa, ya fue concejal socialista en la legislatura 2011-15.Doctora en Ciències Experimentals i de la Salut por la UPF, trabaja en el Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili.
Quien sí se estrenará en el Ayuntamiento será María del Carmen Pozuelo Blanco, regenta un comercio de alimentación en el barrio Sol i Vista y que era la número 8 de la lista electoral. Destacada activista vecinal, preside el AMPA de la Escola Cèlia Artiga
Incompatibilidad de Ferré
Carmina Pozuelo, de 43 anys, será concejal porque el número siete de la lista socialista, el doctor Raimon Ferré, ha tenido que renunciar a asumir el acta de por incompatibilidad legal con su puesto de trabajo.
Cabe recordar que Ferré es médico en el Hospital de Sant Joan y, por tanto, es empleado de una sociedad anónima municipal del Ayuntamiento de Reus. En este sentido, la Ley Orgánica del Régimen Electoral General considera incompatible con la condición de concejal a los «funcionarios o restante personal en activo del respectivo Ayuntamiento y de las entidades y establecimientos dependientes de él». Para asumir el cargo, Ferré habría tenido que dejar su empleo. La respuesta de Ferré, vinculada a la aclaración de este asunto, ha demorado el relevo varias semanas.
