Tener una mascota en Reus sin censarla y sin ponerle chip supone sanciones de entre 100 y 400 euros

El Ayuntamiento pone en marcha la campaña 'No et perdis', para recordar a los propietarios de animales de compañía su obligación de tener a sus mascotas identificadas

19 mayo 2017 16:09 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:08
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El Ayuntamiento de Reus quiere intensificar el control de los animales de compañía. Y lo hace con la campaña ‘No et perdis’, que pretende recordar a los propietarios de mascotas que es obligatorio censarlas y ponerles chip. La idea, remarca el consistorio, es sensibilizar a la población. Pero también ser más contundentes. En los casos en que se detecte que un animal no está censado ni chipado, se levantará un acta y se dará 30 días de plazo al propietario para regularizar la situación del animal. Si pasa un mes y no se ha hecho el trámite, se aplicarán sanciones de entre 100 y 400 euros, un importe que oscila entre 353 y 2.404 euros cuando se trate de un animal potencialmente peligroso.

Según ha señalado este viernes el alcalde, Carles Pellicer, en Reus se calcula que hay unos 14.800 perros, “y más de la mitad no están censados”. Cabe recordar que es obligatorio poner chip a un perro o gato a partir de tres meses de edad, una cuestión en la cual la campaña hace especial hincapié. El concejal de Medi Ambient, Dani Rubio, ha remarcado la importancia de que los propietarios sean conscientes de su obligación, de sus derechos y deberes, y que con todo ello persiguen tres objetivos claros: la salud pública, la regulación del censo y evitar abandonos. La tramitación para censar el animal puede hacerse en la Oficina d’Atenció al Ciutadà (OAC) del Ayuntamiento o en la Oficina Tècnica Empresarial (OTE) del Departament de Medi Ambient y tiene un coste de 9,77 euros. El chip puede instalarse en cualquier consulta veterinaria.

‘No et perdis’ también insiste en la importancia de recoger los excrementos. En caso de no hacerlo, la multa se situaría en 1.200 euros. Según ha añadido el alcalde, su voluntad es trabajar para solucionar un problema de salud pública en cuanto a los excrementos, además de evitar “un gasto innecesario”, recordando que recoger cacas de perros cuesta a las arcas municipales unos 40.000 euros al año. La Guàrdia Urbana será más contundente y aumentará las patrullas para realizar controles, ya sea en cuanto a excrementos o a identificación de los animales.

Nueva ordenanza

La campaña coincide con el inicio de los trabajos de la comisión especial para elaborar la nueva ordenanza de protección, bienestar y convivencia con los animales de compañía y fauna urbana. Está integrada por representantes de los grupos municipales y también se invita a distintas entidades que defienden los derechos de los animales. Los objetivos, en este caso, son regular la protección, control, tenencia y venta de animales; regular el censo municipal y la identificación; y fomentar la participación ciudadana en la defensa y protección de los animales, además de preservar la salud púbica.

La iniciativa cuenta con la colaboración del Col·legi de Veterinaris, que firmará un contrato con el Ayuntamiento, con el fin de dar acceso a la base de datos del Arxiu d’Identificació d’Animals de Companyia, para poder disponer de los datos actualizados. El Col·legi también ha donado al consistorio cinco lectores de chips para ayudarle en el desarrollo de la campaña.

 

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