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Una patrulla de la Guàrdia Urbana de Reus volvía de un servicio en la avenida President Tarradelles, cuando se encontró con un Renault Laguna de color negro circulando sin luces.
El vehículo, además de circular con temeridad, dio un volantazo cuando los agentes le pidieron que se parara. Y ello propició una persecución por varias calles de la ciudad incrementando el riesgo de un accidente o atropello. La patrulla solicitó refuerzos que se sumaron a la persecución.
En la calle Pau Gargallo, un coche policial les cortó el paso y los dos ocupantes del vehículo huyeron a la carrera. Uno de ellos tras una persecución a pie fue cogido enfrente del hotel Quality Inn, en la avenida Salou. El otro todavía está en busca y captura.
Mientras los agentes arrestaban a uno de los dos ocupantes del Renault, otros guardias urbanos abrían el coche para el registro. Dentro había una maleta y dos sacas repletas de zapatillas deportivas, presuntamente falsificadas. En el recuento salieron 95 pares.
Los agentes que han dado caza al mantero lo han detenido por un delito de desobediencia, resistencia, contra la seguridad del tráfico (conducía sin carnet y de forma temeraria) y un último delito contra la propiedad industrial.
El arresto del mantero no ha sido fácil por su corpulencia (medía 190 centímetros y pesaba más de 115 kilos). El forcejeo ha terminado con un agente con arañazos y otro con una contusión en el tobillo.
