Una ventana al mundo

Hace tres años nació la entidad cultural sin ánimo de lucro Contrapunto Social, que desarrolla proyectos sociales a través de actividades artísticas y educativas. Una ventana al mundo desde Reus a otros países como Cuba, Colombia, República Dominicana, etc.

Profesionales del sector cultural, educativo, antropológico, fotográfico y de comunicación social son quienes empujan la iniciativa. Inés Hernández, Maricel Millet, Aitor García, Pablo Weeber y Fernando Hernández son algunos de los nombres propios de este proyecto nacido en la capital del Baix Camp. La fotografía participativa es el principal ingrediente de la receta solidaria de la entidad. «Esta técnica promueve la transferencia del medio fotográfico y visibiliza las miradas no vistas y las presenta como legítimas», afirma Inés. La fotografía es para la entidad el poder del arte como estrategia de transformación social.

El primer proyecto que realizó la entidad fue en el Sahara occidental con niños y niñas refugiados saharauis, dando lugar a su vez a la realización de un libro y un documental que cuentan la experiencia vivida: Saharauis, la mirada en el exilio.

Después de esta primera piedra, le han seguido otras iniciativas como un proyecto en algunos de los municipios habaneros más afectados por el VIH con el apoyo del PNUD (2012), talleres de fotografía participativa para dar mayor visibilidad a los niños de barrios con fuertes tensiones socioeconómicas, un taller realizado con personas transexuales y otras exposiciones para reflejar temas como la identidad, el medioambiente, el género y la industria local.

El material con el que cuentan es la creatividad y cámaras estenopeicas (cámara fotográfica sin lente). «El objetivo es acercar los recursos fotográficos a personas en riesgo de exclusión social o vulnerabilidad. Para ello, impulsamos campañas de sensibilización en las que mostramos a través de las fotos y de su mirada los problemas de estos pueblos», detalla Inés.

Todo este esfuerzo también ha tenido su recompensa. A finales del año pasado la entidad fue protagonista del programa reusense L’Interruptor, de impulso a jóvenes creadores. Presentaron la exposición fotográfica Mirades Diverses, un trabajo colectivo hecho por niños y niñas cubanos que se encuentran en situaciones de riesgo. En Reus también han tenido la oportunidad de exponer en la escuela Joan Rebull, donde los niños aprendieron a través de un taller a observar la realidad de otros países. «Consideramos que es muy importante que los niños sepan que hay otros niños que no tienen las mismas oportunidades. El taller tuvo una muy buena acogida», señala Inés.

Todo este trabajo es posible gracias a una red de voluntarios que trabaja para cumplir con los objetivos de la entidad. «Actualmente hay tres personas que trabajan directamente en Cuba y otras cuatro repartidas por Catalunya, además de los voluntarios. Entre todos buscamos el material y los recursos que necesitamos», afirma Inés. Por esta razón, la entidad tiene los brazos abiertos para quienes decidan colaborar con la causa de Contrapunto Social. «Buscamos tanto instituciones como donantes que deseen ayudarnos a seguir con esta iniciativa, por esta razón periódicamente organizamos recogidas de materiales que resulten útiles para los talleres que impartimos», apunta la voluntaria, quien destaca que «lo más difícil de todo es reunir recursos económicos, y aunque hay buena voluntad por parte de la gente no son los mejores tiempos». Para colaborar con la entidad es suficiente con contactar a través del correo contrapuntosocial@gmail.com o proyectos@contrapuntosocial.org.