Aviadoras del territorio se dan cita en el CESDA de Reus para contar por qué decidieron ser piloto

La escuela de pilotos CESDA de Reus acogió ayer –para conmemorar el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer– una jornada en la que se recordó a las mujeres referentes en el sector de la aviación a nivel mundial y se le dio voz, en una mesa redonda, a aviadoras del territorio que en la actualidad ejercen, lo harán o lo hicieron tiempo atrás. Sea como fuere, su experiencia sirvió para empoderar a muchas de las personas asistentes al encuentro, en su mayoría estudiantes del centro formativo con sede en Reus.

La directora del CESDA, Cristina Casamitjana Olivé, y la directora de la Iniciativa Aviadoras, Mª del Mar Alguacil López, fueron las encargadas de inaugurar el acto, al que acudió, por otro lado, la alcaldesa de Reus, Sandra Guaita, quien pronunció unas palabras.

El ingeniero aeronáutico Enrique Saavedra Orellana tomó el relevo después para presentar la ponencia Las pioneras en la aviación nacional e internacional. Con la pregunta «¿y por qué no?», pronunciada por una mujer piloto, arrancó su discurso, en el que destacó varias trayectorias como las de las aviadoras Pepa Colomer (1913-2004), María Bernaldo de Quirós (1898-1983) y Bessie Coleman (1892-1926), entre muchas otras.

Sobre Colomer, la primera aviadora catalana en la historia y la tercera en España (cuyos restos y los de su marido descansan en el Cementiri General de Reus), el ingeniero aeronáutico recordó que el exilio, al llegar la Guerra Civil, provocó que no volviera a pilotar un avión nunca más.

Aviadores activos y pasivos

«En el sector, nos encontramos a aviadores activos y pasivos. Estos últimos son aquellas personas que animan al piloto a seguir adelante y conseguir ejercer», manifestó Saavedra, alabando a las familias que están detrás de quienes deciden surcar los cielos. Un dato curioso, aportó el ingeniero (y se destacaría más adelante también en la mesa redonda) es el compañerismo que hay en el sector. Sobre el tema, Saavedra dijo: «Es curioso que, muchos de los estudiantes que nos vienen al CESDA no tienen un familiar próximo piloto y, aquí, en la escuela, a menudo, se encuentran comprendidos».

A modo de autocrítica, pero también de reivindicación, el ingeniero aeronáutico señaló que «aún falta mucho por hacer» en materia feminista en el mundo de la aviación. «Hacen falta más herramientas de divulgación, tal vez potenciando más becas se incentive que más mujeres se conviertan en futuras pilotos».

Ya en la mesa redonda, la ya mencionada Mª del Mar Alguacil, comandante en Iberia, subrayó lo «complejo» y, tal vez, «lo más negativo de esta bonita profesión» que supuso para ella compaginar familia y profesión. Este tema fue abordado, obviamente, por todas las ponentes. Alguacil también añadió que «en esta profesión, los compañeros son tu segunda familia, con los que pasas muchísimas horas». En la aviación –estuvieron de acuerdo todas– «jamás te sientes sola».

Alicia Navarro, piloto comercial en Air Europa, rememoró sus inicios: «Yo salí de mi pueblo natal, de 6.000 habitantes, y al manifestar siendo muy joven que quería pilotar aviones, nadie me entendió. Por suerte, mis padres me apoyaron, siempre pensando en que hacer la selectividad sería un buen plan b, por lo que pudiera pasar».

Manal Sefiani, estudiante de segundo en el grado impartido en el CESDA, explicó que «ya con cuatro años sentía algo especial por viajar en avión, tras descartar estudiar medicina y empezar a hacer lo que realmente me llenaba, que era ser piloto, inicié mis estudios».

Las crisis económicas que afectan a las aerolíneas y propician su cierre y el cambio de trabajo correspondiente, con lo que hay que «volver empezar de cero», fue otro de los temas aportados. Lo tocó, por ejemplo, Patricia Sanz, exalumna del centro, quien trabajó en una compañía aérea y hoy es profesora en el CESDA. Ella resumió parte de su trayectoria y que, al tener «una familia, decidí dejar de volar, una decisión que tomé conscientemente y de la que estoy orgullosa a día de hoy». Como complementó la moderadora, también piloto, Bettina Kadner, «las mujeres piloto tenemos muchas opciones en el sector». Ella también aprovechó a explicar sus inicios: «Mi madre era de aquellas personas que se dedicaban a pintar las líneas que siguen los aviones al despegar y siendo muy joven le dije que quería ser piloto». Tiempo más tarde, se buscó la vida aprendiendo, «he llegado a pilotar infinidad de tipos de aviones, de hélices, turbohélices, etc.».