Las obras de la nueva promoción de viviendas ubicada en la zona del Forn del Soto de Reus empezaron la semana pasada pese a la crisis del coronavirus. El sector de la construcción afronta los próximos meses con temor e incertidumbre. Los nuevos pisos se ubicarán en l parcela donde se ubicaba la antigua fábrica de jabones Mas Magrané, entre las calles del Roser y el Camí de Valls. En una primera fase se levantarán 24 viviendas de 120m2 cada una y con entre 3 y 4 dormitorios.
Desde Ediresa 2, SL, promotora de las viviendas, señalan que, por el momento, las ventas y preventas que tenían previstas siguen adelante y aseguran que nadie se ha echado atrás a consecuencia de la Covid-19.
La semana pasada empezaron los trabajos de cimentación del primer bloque de esta promoción llamada Nou Jardi. El proyecto contempla la construcción de 60 viviendas en esta parcela del Camí de Valls de 5.000 m2 que también contará con más de 120 plazas de parking, zonas verdes y un parque que será público. Por ahora, en una primera fase se edificarán 24 viviendas que quieren tener terminadas en cuestión de un año y medio.
El Ayuntamiento inyectará 700.000€ en ayudas para rehabilitar pisos y edificiosEdiresa ya tiene más del 50% de los 24 pisos vendidos. En una segunda fase prevén levantar 36 pisos más en dos bloques que esperan poder empezar a construir en un plazo de ocho meses si «todo va bien». En este caso aún no se han empezado a comercializar.
La crisis del coronavirus podría golpear de nuevo al sector de la construcción que ya venía tocado de la crisis económica del 2008 justo ahora que empezaba a remontar. Hace unos años que se han ido conociendo nuevas promociones de viviendas en la ciudad que preveían alzar más de 450 viviendas. Aparte de la del Forn del Soto, también hay en marcha las promociones de la avenida Onze de Setembre o la prevista en los terrenos de la antigua fábrica La Coromina Industrial, entre otras.
El Gremi de la Construcció del Baix Camp asegura que tras el confinamiento el sector ha seguido trabajando, sobre todo en aquellos proyectos que habían quedado parados durante el estado de alarma: «Hemos estado dos meses prácticamente parados pero con lo que teníamos empezado, lo que estaba parado y las urgencias que se tenían que hacer, de momento tenemos trabajo», asegura el presidente del gremio, Gregori Salvat, que señala que lo que les preocupa es cómo irá todo en octubre y noviembre ante la gran incertidumbre de que haya posibles rebrotes que obliguen a frenar la actividad por completo otra vez.
Durante el confinamiento la actividad del sector cayó hasta un 20% en algunas empresas pero ahora habría remontado. Desde el Gremi de la Construcció del Baix Camp piden a los Ayuntamientos que no paren las licitaciones que tenían previstas como ha pasado en algunos municipios.
El sector valora positivamente las medidas impulsadas desde el Ayuntamiento de Reus para incentivar la construcción en estos momentos pero temen que no sean suficientes dependiendo de cómo evolucione la situación.
La concejala de Habitatge, Teresa Pallarès, explica que uno de los objetivos del Pla de Reactivació Econòmica es reactivar la construcción. Para ello destinarán 700.000 euros en ayudas económicas para realizar obras «de modo que así daremos trabajo a muchas pequeñas empresas». 450.000 euros se destinarán a ayudas para rehabilitar viviendas que después por un periodo de 5 años y seis meses se destinarán a alquiler social. Y 250.000 servirán para subvenciones para eliminar barreras arquitectónicas o fomentar la accesibilidad de las viviendas y la eficiencia energética.